El año 2015 lo inicié con la novela "Canadá" de Richard Ford. La verdad que no me gustó mucho. No podía dejar de compararla todo el tiempo con "El Jilguero" posiblemente porque también en esta historia hay un narrador adolescente, que va contándonos sus desventuras. Creo que lo que mas me molestó fue la voz ñoña del protagonista, inocentón hasta la estupidez. La única explicación para esta cosa bobalicona es que los adolescentes de la década de 1960 hayan sido mas aniñados que los de ahora, pero la verdad que pasar el tiempo con este pavote me resultó irritante. Por otraparte, el autor va adelantando constantemente lo que va a pasar, dejando al lector privado de toda posibilidad de asombro. De hecho el el libro arranca diciendo algo así como "primero voy a contar el robo que hicieron mis padres, y los asesinatos que vinieron después"... ¡¡Con decir que los famosos asesinatos son casi al final del libro!!! O sea: Richard, querido: ¡¡¡Me quemaste TODA la novela!!! Y tanto adelanta el futuro que cuando llega a ese punto de la hisotria te quedás desencantado ¿eso era todo?
Bueno, no me gustó. Una pena porque supuestamente Ford es un maestro, debería haber leído algún libro de cuentos.
Mas impactante me resultó el fracaso de "Canadá" cuando leí seguidamente "Distancia de rescate" de Samanta Schweblin. El contraste fue impresionante! Increíble novela de escasas páginas que lograron dejarme profundamente impresionada. Realmente es una novelita de terror, que genera una atmósfera amenazante en un pueblo de campo de la Provincia de Buenos Aires (de esos en los que no pasa nada). Me dejó resonancias en el tema de la maternidad, los miedos de la maternidad... Francamente: Es buenísimo, pero fue TAN terrorífico que no sé si quiero acordarme mucho de la historia, jajaja. Pero lo super recomiendo!
Luego volví a reencontrarme con Murakami, a quien no leía hacía mucho pero mucho tiempo. Así, empecé por un libro de edición preciosa, llamado "Sueño". es en realidad una nouvelle, que parece medio incompleta para mi gusto, lo que pasa es que como Murakami "es rarito" se le perdona todo... Para mi el final una chantada, pero el libro valió la pena porque digamos que la parte que sí escribió esta muy pero muy buena. Pero me dio la impresión de que se aburrió y lo dejó ahí.
Peeeero después leí "Los Años de Peregrinación del Chico sin Color" que me encantó... Este es el Murakami que a mí me gusta. Una historia de vida, de relaciones, con apenas alguna pincelada de fantasía que no llega a "copar" toda la novela. Me encantó. Es la historia de un hombre que, ya adulto, nos cuenta cómo se distanció de su grupo de amigos del secundario y cómo esto lo marcó profundamente el resto de su vida, incluso impidiéndole desarrollar lazos afectivos en lo sucesivo. Así, en el camino en búsqueda de sanear esa herida, de aclarar lo no dicho y de poder seguir adelante, Murakami nos deleita con reflexiones, historias dentro de la historia y ese clima tan particular en el que se viven sus novelas. Queda siempre algún que otro cabito uelto y alguna cosilla rara pero no molesta para nada! Recomendada.
Y ya que estaba en la onda oriental, seguí con "La niña que iba en hipopótamo a la escuela" de Yoko Ogawa. Este libro me gustó mucho mas que el tan comentado en la web "La Fórmula Preferida del Profesor" de la misma autora. La verdad es que los personajes de esta novela, el pequeño mundo de esa familia con la que la protagonista va a pasar un año de su vida me pareció encantador. Complejo, con secretos y dolores, pero a la vez con muchos momentos llenos de amor, de ternunra, y en particular, me conmovió la forma en que la autora logra contar ese momento tal lindo de la vida que es la preadolescencia, con esa inocencia y esa ilusión, y particularmente, cuán fuerte y hermosa es la amistad a esa edad. Una belleza. Con esta novela me declaro fan oficial de la autora, y me dieron ganas de leer otras obras de su autoría.
Y si. Soy cholula y como no habá leído nada del nuevo Nobel de literatura allí fui a ver de qué iba ese tipo. Y me encantó!!!!!!!!! Esta novela arranca como una recuerdo de momentos de la juventud de un alter ego de Modiano, onda "París era una fiesta" pero sin famosos... y se convierte en el segundo capítulo en algo totalmente diferente!!! No quiero adelantar mucho por si alguien lo lee, pero la verdad es que Modiano arma una historia a través de diferentes voces, una especie de "El Ciudadano" de O.W pero literario. Muy bueno. París como escenario: un personaje mas de la novela.
Y justo llegó mi amigo Cosme con "Tan buenos Chicos" recién traido de España... ¡Y vamos por el segundo Modiano! Aquí es la mirada de un hombre, ya adulto, que se va reencontrando o enterando qué fue de la vida de sus compañeros de internado. Así se entrelaza el pasado con el presente en un puñado de historias -medio deprimentes, si te ponés a pensar-. Aquí lo que me pasó fue que me costó darle unicidad a toda la hisotria. Parece un libro de cuentos, me costó encontrar el hilo conductor, ya que son historia de compañeros del narrador (que está su vez por momentos muy desdibujado) y también de ex alumnos que no coincidieron en el internado pero cuyas historias le contaron al narrador. Esto torna al libro un poco confuso y en mi caso me distrajo un poco de la lectura, ya que volvía las páginas para entender quien era este o el otro. Cosa que en definitiva no interesa demasiado, ya que la potencia de las historias individuales y la escritura impecable alcanza para que el libro valga la pena.
Aquí termina mi recorrido, ahora estoy leyendo a M. Durás, y espero la llegada del cartero con "Sumisión" de Houllebecq, Nothomb y otro de Modiano... Debo alguna entradita con novelas gráficas, nos vemos!