martes, 30 de abril de 2013

El Viento que arrasa. Selva Almada

 
 
El viento que arrasa de Selva Almada fue una novela muy elogiada en el 2012 y elegida por los suplementos culturales “Ñ” y “ADN” como una de las mejores del año. Se trata de una nouvelle, corta, pero muy lograda, con personajes originales y bien pintados. Un pastor que anda con su hija por diferentes pueblos se queda varado en un paraje de la provincia del Chaco. Allí, durante las horas que pasan en compañía del mecánico y su protegido en medio de un paisaje desolado y hostil, la vida vida de todos cambiará radicalmente. Si bien es corta, la escritora logra profundidad en los personajes, imágenes nítidas de un paisaje muy particular, y diálogos creíbles. Los elogios, pues, eran merecidos.
Pequeña biografía de la autora:
Almada nació y creció en Villa Elisa (Entre Rios) en 1973, vivió en Paraná donde estudió el Profesorado de Letras y luego se trasladó a Buenos Aires. Allí, trabajó un tiempo como empleada administrativa. Ahora, además de escribir, dicta talleres de literatura y lectura y colabora con diarios y otras publicaciones.

El Lenguaje de las Flores. Vanessa Diffenbaugh

A los dieciocho años, tras una vida entrando y saliendo de numerosos hogares de acogida y pisos tutelados, Victoria Jones está obligada a emanciparse por ley. Se ha convertido en una joven introvertida y arisca, y sólo en su pasión por las flores se vislumbra un camino de salvación. Finalmente, tras encontrar trabajo en una floristería, se cruza con un joven a quien conoció diez años antes, durante la época en que vivió en casa de Elizabeth, una madre de acogida que le enseñó el lenguaje de las flores. El misterioso joven conoce un secreto que atormenta a Victoria, aunque sólo ella puede arreglar cuentas con el pasado. Así, Victoria, que es capaz de expresar los sentimientos de los clientes con hermosos ramos, deberá aprender a interpretar sus propias emociones, la única manera de deshacerse del enorme peso que arrastra desde niña y que le impide encontrar la felicidad.
Constreñida por unas normas de conducta que reprobaban la exhibición de las emociones, la sociedad victoriana encontró un medio discreto y eficaz con que comunicar los sentimientos. El lenguaje victoriano de las flores se basó en el libro Le Langage des Fleurs, de Charlotte de Latour, un compendio de la simbología de las flores que su autora recogió en la poesía, la mitología antigua e incluso la medicina. Nació así la floriografía, y entre 1830 y 1880 se publicaron centenares de diccionarios de flores en Europa y América.
 
 
 
El Lenguaje de las flores, es un libro que me gustó, porque aun con una impronta muy “bestselleresca” tiene dos elementos que la distinguen y diferencian: Un personaje principal complejo y contradictorio, la joven Victoria, y la originalidad de “sacar a relucir” el lenguaje de las flores al que hace referencia el título de la novela. Realmente desconocía (como seguramente les habrá pasado a la mayoría de los lectores) estos significados atribuidos a las flores, y mediante los cuales se comunicaban las personas en la época victoriana. Sólo entrar a este mundo ya hace que el libro valga la pena. Por otra parte, la historia de Victoria, su vida triste y solitaria, y el difícil camino que ha de recorrer para empezar a salir de su coraza. El libro va hilando capítulos del pasado y el presente de la narradora y asi poco a poco conocemos el capítulo mas doloroso de su vida, y somos testigos de su redención. Hay una historia de amor, también. O dos. Pero mejor leer el libro, que es muy entretenido.


Pequeña biografía de la autora: Vanessa Diffenbaugh nació en San Francisco y se crió en Chico, California. Después de estudiar escritura creativa y la educación en Stanford, que se dedicó a enseñar el arte y la escritura a los jóvenes en comunidades de bajos ingresos. Ella y su esposo, PK tienen 3 hijos. Diffenbaugh y su familia viven actualmente en Cambridge, Massachusetts. Dos datos interesantes: La autora es madre de acogida, y tiene dos hijos adoptivos. Una de las jóvenes que pasó por su casa como hogar de tránsito le inspiró el personaje de ictoria, y de hecho le dedica esta novela, en unas palabras que me conmovieron. Otra cosa interesante: Este es su primer libro y tuvo un éxito increíble y será traducido a varios idiomas. Como decimos en Argentina “El sueño del pibe”.