sábado, 31 de julio de 2010

N.P. Banana Yoshimoto

Esta novela de Banana Yoshimoto me resultó bastante diferente a las que leí anteriormente. “Kitchen” y “Tsugumi”, fueron libros donde la historia no era tan importante como los climas y las sensaciones de los protagonistas. Si estuviésemos hablando de cine, serían películas que narran con imágenes, con buena música y fotografía.

Aquí, sin perder esta cualidad, la escritora japonesa se juega con una historia con misterio, suspenso y hasta coquetea con algún elemento sobrenatural. Sigue presente la sensualidad (no como erotismo sino como capacidad de transmitir lo sensorial), hay pequeñas joyas de reflexiones y momentos contemplativos. Logra transmitir la atmósfera enrarecida del verano en que transcurre la historia, y la presencia de un “algo” sobrenatural tal sólo percibido o imaginado por los personajes.

Sin embargo, no es lo que yo esperaba de Yoshimoto, de quien me gusta más el tono poético e intimista de sus relatos. Esta novela bien podría ser considerada por algunos la más entretenida de la autora (en cuanto al argumento), pero yo me quedo con “Kitchen”, obra que considero más profunda y superior literariamente.

jueves, 29 de julio de 2010

Stefan Sweig, Woody Allen, y las mujeres que piensan su vida


Pensando qué comentario podía hacer acerca de "24 horas en la vida de una mujer" (Stefan Sweig, Viena 1881-1942), me di cuenta que lo leí justamente la misma semana en que vi la película “Otra Mujer” de Woody Allen (Nueva York, 1988). ¡Cuánto en común tienen la novela y la película! Una vez mas me sorprendo y me regocijo al reconocer la inmortalidad de los clásicos, que siguen susurrándonos verdades al oído después de decenas de años.

La novela de Sweig es encantadora. Da comienzo en un ambiente muy Márai, en un hotel europeo lleno de gente ociosa que lleva una existencia relajada. Esa tranquilidad es interrumpida por la fuga de una dama respetable, casada y con dos hijas jóvenes, que escapa con un hombre joven y buen mozo al que apenas conoce. El lugar se revoluciona con comentarios y debates. El narrador de la historia – a quien podríamos tomar como un alter ego de Sweig- toma una postura mas liberal, defendiendo a la dama de las críticas y chismes. Su pensamiento progresista y desprejuiciado hace que una anciana respetable (Mrs. C.) a quien nadie prestaba demasiada atención decida hacerle una confesión acerca de su pasado.

Así da comienzo esta historia de las veinticuatro horas en la vida de una mujer. Creo que podría decirse que la vida entera de esa mujer duró sólo esas 24 horas en las que actuó siguiendo su impulso y su deseo, lo que en una sociedad prejuiciosa y represiva la condenó a vivir con culpa. Mrs. C. es una mujer que llevó una vida convencional, se casó, tuvo dos hijos, enviudó joven y se quedó sola. Comienza a viajar absolutamente agobiada por el vacío, la soledad y el aburrimiento y en un casino de Montecarlo ve a un joven que, perdido por el juego, parece que está dispuesto a quitarse la vida. Ella en un impulso decide salvarlo, y a partir de allí vivirá cosas que despiertan pasiones de las que desconocía era capaz.

Como dije, justamente en esos días ví “Otra Mujer” (1988) de Woody Allen, que tiene un poco que ver con esta crisis de la mediana edad. Marion (genial Gena Rowlands) es una profesora de filosofía de una prestigiosa universidad que también parece haber llevado una vida perfecta y haber realizado todas sus aspiraciones. Sin embargo un día, sola en un departamento que alquiló para escribir, comienza a escuchar la voz de otra mujer que se psicoanaliza en un departamento vecino. Las emociones que manifiesta la paciente desconocida despiertan sentimientos y cuestionamientos en la propia Marion, que comienza así un viaje hacia el pasado y el presente, un viaje de sinceramiento que en definitiva es hacia las aguas mas profundas de su propio ser.

Dos obras (novela y película) sobre el deseo, sobre las decisiones que tomamos y nos persiguen para siempre, sobre quién queremos ser. Dos obras que hacen preguntas muy difíciles de responder (que probablemente lleven toda la vida responder (como dice Márai en “El último encuentro”) pero sin duda dos obras de arte de las cuales uno no puede (no podría nunca jamás) salir ileso.

Cosas por las que vale la pena estar vivo.

Aunque nos obliguen a darnos cuenta lo duro que es.

lunes, 26 de julio de 2010

Adquisiciones de las vacaciones de invierno

Anduve unos días por Bariloche, que tiene buenas librerías. Además, mi marido me compró libros "online": algunos llegaron de España, otros de librerías de acá y de allá....
Así que estos son los "tesoros" que tengo para leer (y creo que de acá a fin de año...)
- De España llegaron tres libros de Amelie Nothomb: "Higiene del Asesino" que ya comenté, "Las catilinarias" y "Atentado".
- "Agosto" de Romina Paula, una novela de una autora argentina donde la protagonista vuelve a su Patagonia natal a esparcir las cenizas de una amiga muy querida.
- "Veinticuatro horas en la vida de una mujer" y "Viaje al Pasado" de Stefan Sweig. Me los recomendaron y ya casi los termino a ambos, proximamente el comentario.
- "N.P." de Banana Yashimoto. Otro que ya pasó por las fauces de la lectora omnivora y será comentado en breve.
- "La extraña desaparición de Esme Lennox" de Maggie O`Farrel.
- "Cada despedida" de Mariana Dinópulos (otra argentina).
- "Verano" de J.M. Coetzee (último libro de la trilogía que dio comienzo con "Infancia"y "Juventud", dos libros brillantes, asi que no espero menos de éste).
- Además en casa tenía "La música del azar" de Paul Auster, y "Que el vasto mundo siga girando" de Colum Mc. Cann.
A todo esto debo agregar que me compré (cholulamente) un libro donde se habla todo sobre la raza beagle (la de mi enano precioso!!) y que tengo un montón de mangas, nouvelle mangas y cómic re buenos para ir matizando.
Asi que ¡lecturas aseguradas para 2010!

lunes, 19 de julio de 2010

Higiene del Asesino. Amélie Nothomb

Al anciano Prétextat Tach, premio Nobel de Literatura y acérrimo enemigo de las entrevistas, sólo le quedan dos meses de vida. “Al hacerse pública la noticia de su próximo fallecimiento, en plena guerra del Golfo, periodistas de todo el mundo solicitan un encuentro con el novelista. Sólo cinco lograrán su propósito; los cuatro primeros serán víctimas de la arrogancia y capacidad destructiva de un genio decidido a vengarse del mundo despreciándoles y sometiéndoles a toda clase de humillaciones.

La última entrevista, plagada de sorpresas, resolverá el enigma de tanta amargura con un violento y despiadado interrogatorio por parte de los dos duelistas dialécticos. El descubrimiento de un terrible secreto y un desenlace espeluznante, constituyen el colofón de esta historia sombría que se fundamenta en la magistral brillantez de los diálogos. Primera obra de Amélie Nothomb, Higiene del asesino dio a conocer el talento de su autora al manejar la crueldad, el cinismo y la ambigüedad para construir una atmósfera tan irrespirable como literaria.”

Higiene del asesino fue la primera novela de Amelie Nothomb. Habiendo leído prácticamente su obra completa (mi marido me encargó a España las tres novelas que me faltaban, me quedan dos por leer) me llama la atención la madurez de este primer libro, y la presencia de todos o la mayoría de sus temas recurrentes. Creo que alguien que no haya leído nunca a Nothomb bien podría tener un panorama leyéndolo.

Ya hice comentarios sobre Nothomb anteriormente, pero vuelvo a contar aquí que esta autora tiene una serie de libros autobiográficos, buenísimos todos sin excepción. Si se sigue el orden cronológico de su vida (que no es el de publicación de los libros) estos son “Metafísica de los tubos”, “El sabotaje amoroso” “Biografía del Hambre” “Estupor y Temblores” “Ni de Eva ni de Adán”. Luego tiene libros de ficción. Ahí el nivel no es tan parejo, aunque es una autora que se disfruta por su excentricidad, los mundos que logra crear y la escritura en sí misma, en la que su voz tan personal y lúcida se refleja permanentemente.

Hay temas que están presentes tanto en las novelas de ficción como las autobiográficas: empezando por la idea del “enemigo”. En la obra de esta autora, sea la biográfica ( “El sabotaje amoroso” y “Estupor y Temblores”) o de ficción (“Cosmética del Enemigo” “Diccionario de Nombres propios” “Antichrista” “Acido Sulfúrico”) siempre hay un personaje antagónico que viene a desafiar al protagonista.

También el tema de un pasado oscuro, crímenes no confesados, asesinatos, asesinos a sueldo, y la culpa o la falta de ella (“Cosmética del enemigo” “Acido Sulfúrico” y “Diario de Golondrina” “Brillante como una cacerola”).

Belleza y fealdad, gordura, monstruosidad forman parte del universo Nothomb. Siempre aparecen de un modo u otro, al igual que la comida, los desórdenes alimentarios, la gula o el disfrute de la comida como un lujo.

En la obra de Amélie hay seres bellísimos u horripilantes, obesos o anoréxicos, sin escalas.

En “Higiene del asesino” hay un poco de todo esto. También la forma de contar la historia es un adelanto de lo que serían sus futuras novelas. La narración es cercana a lo teatral (el libro lo componen una serie de entrevistas y por lo tanto es casi todo diálogo en único escenario), y en la segunda parte a través del diálogo aparece un relato delirante y con gran suspenso. También el recurso de utilizarse a sí misma como personaje (o en este caso puntual, un alter ego) está presente.

Finalmente, hubo otra cosa que me sorprendió mucho de esta novela y es que la autora no era en absoluto el personaje famosísimo que es hoy. Sin embargo esta novela parece un manifiesto de lo que sería ella en el futuro como escritora: el personaje de Pretextat Tach escribe todos los días sin parar (ella escribe todos los días cuatro horas por días sin excepción), se niega a conceder entrevistas (ídem), los títulos de sus libros son un poco delirante (ver listado de obras de Nothomb), y habla de la ficción como un engaño, burlándose de quienes creen ver en un relato delirante alguna metáfora profunda. Esto último ya explica de antemano a los lectores que sus futuras novelas de ficción son simples artificios de su autora, sin ninguna pretensión. Les advierte que no se quemen las neuronas. Si hay alguna verdad, algo parecido a una ideología, ella la escribirá sin dobleces.

Me pareció increíble que este haya sido su primer libro: ¡¡bien podría haber sido el último!!

Lleno de líneas inteligentes que arrancan carcajadas, con una vuelta de tuerca muy buena, para mí no fue inquietante como lo consideraron otros lectores, sino entretenido, lúcido y lúdico. Tal vez no me provocó escalofríos porque ya hace tiempo me había dado cuenta que en las historias de Amélie no hay lectura entrelíneas. Es una historia, no pretende ser más que eso. No hay universalidad en Nothomb. Porque ella es un universo aparte.

martes, 13 de julio de 2010

El cielo es azul, la tierra es blanca. Hiromi Kawakami


“El cielo es azul, la tierra es blanca” de Hiromi Kawakami es un libro de Editorial Acantilado al que llegué gracias a la recomendación de un blog amigo. Me costó conseguirlo, aunque la siempre fiel librería Guadalquivir tenía un ejemplar.

Es una literatura de climas, con una fuerte alianza a lo cinematográfico. Los momentos son descriptos de modo tal que el lector realmente siente que ve los lugares y a los personajes.

La narradora es una solitaria mujer de treinta y ocho años. Un día se encuentra en un bar con un hombre treinta años mayor que ella que había sido su profesor en la secundaria. El profesor también es un ser solitario, y poco a poco se hacen compañeros. Descubren que a ambos les gusta la misma comida y beber de mas.

Son personajes caídos en desgracia, aunque apenas se nos dan unas pocas pinceladas de sus pasados. Apenas algunas pistas que nos expliquen tímidamente el presente que la novela revela.

Maestro y alumna, amigos, cómplices… No se juzgan, no se conduelen de su realidad de soledad y alcohol. La novela tiene momentos luminosos nacidos justamente del vínculo que van forjando.

Como bien lo señala el amigo de “Cuaderno de Lectura”, la comida y la bebida son omnipresentes en la historia. Junto a los protagonistas y los escenarios de bares y noches, la comida ocupa un lugar de privilegio en el relato. Se nos cuenta qué comen, cómo lo comen e incluso hasta cómo cocinan los personajes. ¡¡¡Dan ganas de comer comida japonesa!!!! Esto es un rasgo común a toda la literatura japonesa que conozco, mención especial al libro de Banana Yoshimoto “Kitchen”.

Para terminar, diré que nada de lo que se diga en una entrada de blog privará al futuro lector del placer de la lectura, ya que justamente la virtud de este libro radica en la recreación de lugares y climas, muy poético sin ser nunca exageradamente descriptivo. Leí por ahí que la novela es contada “como si fuera un haiku”, y realmente hay partes que podrían ser recortadas y leídas de esa forma.

Lo sorprendente es que al cabo de tanta sencillez, cuando llega el final uno descubre que le han contado una gran historia.


Descubrí que se han hecho un manga y una película basados en esta novela. Deben ser ambos muy buenos. Máxime porque el manga lo hizo mi ídolo: Jiro Taniguchi!!! Si consigo links de descargas los agregaré.

viernes, 2 de julio de 2010

MAUS. Art Spiegelman

Maus es una novela gráfica de Art Spiegelman que ha sido considerada uno de los mejores cómics de la historia. Cuenta la historia de un sobreviviente del holocausto: Vladek Spiegelman, el padre del autor.


La historia da comienzo cuando el autor le pide a su padre que le cuente su historia, porque quiere hacer un cómic sobre el Holocausto.

De esa manera, Spiegelman no se limita a contar los hechos históricos que surgen del rela to de Vladek, sino que nos hace partícipes de todo el proceso creativo: Las reuniones con su padre, ya anciano y mañoso y cada una de las entrevistas a lo largo de las cuales va hilvanando sus recuerdos. Hay intimidad en el relato: no existen distancias hollywoodenses: Leer Maus era estar sentada allí con Vladek, con sus manías y sus “cosas de viejo” , con sus interrupciones y sus caprichos. Y por eso mismo esta historia ya conocida logró conmoverme como si la escuchase por primera vez en mi vida.

La relación padre-hijo es tal vez lo mas rico de la novela, lo que insufla vida, realidad, actualidad y genera empatía. A pesar de ser conciente de lo mucho que sufrió el padre, y de que mucho de su forma de ser insoportable tiene que ver con cicatrices de la guerra, hay momentos en que Art no lo aguanta mas, y el lector lo entiende. Por otra parte, hay algo muy simpático y querible en ese viejito insoportable (que tranquilamente nos puede hacer acordar a alguno de nuestra familia).

El relato es lo suficientemente complejo para involucrar otras cosas: el fantasma de la madre que se suicidó, y de quien no queda testimonio (por lo tanto, una suerte de “sombra” en la historia, un lugar oscuro que nos dice que nunca llegaremos a conocer la totalidad del horror), y los conflictos propios del autor, sus dudas acerca de escribir sobre un tema tan tremendo como el que quiere abordar.

Hay mucho corazón en Maus. El autor se desnuda por completo, se entrega, da todo de si. Una obra inolvidable e imperdible.
Ah!, si... El autor dibuja a los judíos como ratones y a los nazis como gatos....
Para seguir leyendo algo sobre "Maus" les dejo estos dos links que a mi me gustaron:


http://bibliocriptana.wordpress.com/2008/04/10/“maus”-de-art-spiegelman/