¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.
Cortazar es un autor de mi infancia y mi adolescencia. Hoy por hoy hace tiempo que no lo releo, pero sus cuentos forman parte mía y del imaginario cultural argentino.
Yo, entonces, en el juego de la lectura, tiré la piedra y salté cuadro por cuadro esa Rayuela que fueron los cuentos y las novelas de Julio.
Ahí voy:
Saltando con la pierna derecha. Cuadro Número 1.
Tengo cinco o seis años. Todavia no sé leer, pero lo que mas me gusta es que mi papá me cuente cuentos a la noche. Cada vez me pesa mas el analfabetismo. Quiero poder leer cuando yo quiera, lo que yo quiera. LA biblioteca de mis viejos va del piso al techo. Hace tiempo me prometí leer todos los libros. Todos. el primero será ese de allá arriba, negro, con una rayuela dibujada en el lomo.
Saltando con la pierna derecha. Cuadro Número 2.
Atardecer de un día de verano de 1984. Tocan la puerta de casa. Atiende mi mamá, es un colega que pasa cinco minutos, no entra a casa. Solo para avisar que falleció Julio Cortazar. Mi mamá llora silenciosamente. Esa imagen queda grabada en mi. Que un escritor pueda provocar eso en una persona me impresiona.
Con las dos piernas. Números 3 y 4.
Tengo doce años. Estoy aburrida. No tengo nada para leer. Pido que me compren otro mas de la Biblioteca Billiken o (lujo asiático) de la Robin Hood. Mi mamá me dice que ya estoy grande y puedo empezar a leer “otras cosas”. Saca un libro de la biblioteca de los grandes. Lo abre. Busca una página. Me dice “lee este cuento”. Es “Final del Juego” de Cortázar. Es el fin de la literatura infantil. Es el comienzo del mejor juego de mi vida.
Camino al cielo. Número 5.
Tengo 19 años. Estoy en la Terminal de Retiro, esperando el ómnibus que me llevará al sur para las fiestas. Hay muchos estudiantes, algunos conocidos, otros no. De pronto, por el parlante informan que los omnibs están retrasados por una manifestación. Nos agrupamos, conseguimos un lugarcito en la confitería de la terminal, nos acomodamos entre los equipajes. Alguno saca una guitarra. Conversamos, nos reimos. Pasan las horas. El parlante anuncia el arribo de nuestro ómnibus. Nos lamentamos al unísono ¡la estábamos pasando tan bien! Inmediatamente nos miramos y gritamos riendo: ¡La autopista del Sur!. Cortázar ya era parte de todos, un héroe mitológico de los jóvenes.
Con las dos piernas. Cuadros 6 y 7. Casi casi piso la raya y descalifico.
No me gusta la novela “Rayuela”. La empiezo y la abandono. Muchas veces. No entiendo nada.
Llegando. Cuadro 8.
1995. Mi mamá me recomienda que vaya a ver la obra de teatro “Rayuela”, con Virginia Innocenti en el papel de La Maga. Me encanta.
Tocando el cielo.
Gracias a la obra de teatro leo “Rayuela” en tiempo record. De puro agrandada, la leo entera, con el esquema propuesto por Cortázar en la primer página. En vano, porque no entiendo en absoluto ninguno de esos capítulos meta literarios, pero la novela me encanta. Después leo “El libro de Manuel” y “62, modelo para armar”. Cuando estoy leyendo “El libro de Manuel” conozco a Carlos. Dejo de tener a mis padres como únicos guías y compinches de lectura. Empiezo a leer otras cosas.
Ahora hace mucho que no leo a Don Julio.
Ahora hace mucho que no leo a Don Julio.
Eso sí: Cuando mi hermana visitó París, lo único que le pedí fue un atado de Gauloises. Yo no fumo, pero me fumé uno a la salud de Oliveira y de La Maga.
Final del juego.