miércoles, 24 de noviembre de 2010

Películas

Hace tiempo que no hago una entrada relacionada con el cine, así que ahí van algunas de las últimas que he visto:
"La Red Social" (David Fincher, 2010). Muy buena película, que cuenta la historia de cómo nació Facebook. Bien contada, entretenida, y con la actuación destacada de Jesse Eisenberg, que se luce en cada ocasión.

"The Rati Horror Show" (Enrique Piñeyro, Argentina, 2010). Excelente documental, de registro moderno, en el que el director se juega entero al desmenuzar un caso de gran trascendencia (la llamada "Masacre de Pompeya") y plasmar a partir del mismo las falencias de todo un sistema institucional que abarca no sólo el accionar policial, sino el rol de la justicia, la política, los medios y desnudar también el pensamiento de la sociedad argentina en su peor perfil. Esta película generó mucha polémica y comentarios, y la verdad que vale la pena verla, porque mantiene el interés desde el primer momento y no deja a nadie indiferente.


"Yuki y Nina" (Hippolyte Girardot, Nobuhiro Suwa, 2009). Película pequeña, independiente. La historia de una niña que se enfrenta a la separación de sus padres (el francés y ella japonesa) y los cambios que la misma importarán en su vida, especialmente la separación de su mejor amiga, Nina. Tiene el encanto de una película que muestra el mundo desde el punto de vista de los niños, aunque no mucho mas que eso.



"Comer, Rezar, Amar": Película categoría "mujeril" en la que lo mejor son las locaciones ( en particular Italia), y la forma simpatiquísima de mostrar a los italianos (para los argentinos nuestra verdadera "madre patria" cultural son los tanos, es así....). Lo peor, Javier Bardem robando una vez más. Desde "Mar Adentro" no volvió a tener una actuación digna, ese señor....


"Scott Pilgrim vs. The World" (Edgar Wright) Película basada en una serie de cómics aparentemente muy populares (yo no los conocía). A mí las peliculas "de adolescentes" me encantan, y si el protagonista es un perdedor más aún. Esta peli arranca muy divertida, con la actuación de Michael Cera (actor que me gusta, aunque no tanto como Jesse Eisenberg), pero se pone un poco ploma cuando el protagonista se tiene que ir enfrentando uno a uno con los siete ex novios malvados de su chica... se hace un poco largo, y también los recursos de "historieta" están utilizados hasta la exageración.


 
"Amor a Distancia" (Nanette Burstein). Protagonizada por Drew Barrymore y Justin Long, dos de mis comediantes favoritos. Creo que Drew sabe elegir sus guiones, porque ninguna película de ella me decepciona y algunas han sido buenísimas ("Los Chicos de mi Vida" y  "50 First Dates" y "Grey Gardens" por nombrar algunas). Esta es una simple comedia romántica, pero con la ventaja de que en ningún momento se le adicionan conflictos u obstáculos estúpidos o remanidos (el espectador agradecido). Todo es bastante realista, la pareja tiene muchisima química, son muy simpáticos y uno tiene ganas de que les vaya bien. Para pasar un buen rato.


Finalmente, "The Kids are all right", drama muy bien llevado, sobre los hijos adolescentes de una pareja de lesbianas que conocen a su padre biológico (donante). El encuentro cambiará las vidas de todos, y pondrá en cuestión las elecciones de todos los involucrados. Muy buen elenco, aunque destaco a los dos adolescentes, que creo que tienen brillantes carreras por delante.


Bueno, mas adelante les contaré de otras películas "de verdad" que he visto, y que ameritan un comentario un poco mas elaborado que los que hice en esta entrada.
Saludos!!!!!

sábado, 20 de noviembre de 2010

Derrumbe. Daniel Guebel.


"Derrumbe" se presenta como el testimonio de un escritor que acaba de separarse y vuelca todo su dolor y la frustración que esta situación le provoca. En especial el dolor que le significa verse separado de su hija.

La novela se lee de un tirón, pero en realidad del famoso derrumbe ni nos enteramos.

En su momento no quise comprar el libro, y cuando mi marido lo trajo este año lo dejé por meses en la biblioteca. Ningún momento me parecía conveniente para enfrentarme a eso: a un derrumbe. A una crisis total.

Pero cual no fuera mi sorpresa al encontrarme con un libro bastante light, en el que el protagonista no parece tan enloquecido de dolor.

¿Qué tiene de original o diferente “Derrumbe”? Supuestamente el autor tomó un episodio de su propia vida y escribió o plasmó ese momento en clave autobiográfica, sin filtro, si siquiera cambiar los nombres de las personas involucradas. A esta modalidad se la llamó “literatura del yo”. Una forma estilizada de decir “basado en una historia real” o “como la vida misma”. Pero señores: (toc-toc ¿Hay alguien ahí Mc. Fly?) ¿Esto lo inventó Guebel? ¿Estamos todos locos? Nombro dos o tres antecedentes, de los primeros que me salen porque la lista es infinita: Marguerite Durás, Paul Auster, Amelie Nothomb, J.M. Coetzee y el mas maravilloso alter ego que haya dado a luz un escritor: El Henry Chinaski de Bukowski.

Lo más interesante del libro de Guebel publicado en 2007 por Mondadori, ha sido la polémica y los comentarios que suscitó y que aparecieron publicados en los suplementos culturales (Radar,Perfil, Revista Ñ) y otros sitios web. Todos super favorables (salvo el de Quintín, nobleza obliga) y hasta en algunos de ellos se atreven a sugerir que Guebel ha abierto una nueva puerta en el mundo literario, o algo por el estilo.

Pero a ver, a ver: busquemos alguna otra particularidad. Se supone que el libro es una suerte de desahogo, una descarga, un vómito de todo lo que al autor/protagonista se le pasa por la cabeza en el momento de crisis. Pero igual que el derrumbe, esto se queda a mitad de camino. Si bien hay partes escritas de manera tal que da la sensación de improvisación o de escritura automática, de diario íntimo, estos pasajes son cruzados por otros más estilizados, donde se narran historias de amigos del protagonista o meras divagaciones de maestro ciruela que pueden llegar a ser aburridísimas. Es decir que el ritmo de la novela es desparejo.

Me gusta que los autores se desnuden en sus libros. Y no siento que Derrumbe contenga una confesión plena, descarnada. Me pareció un libro calculador, contenido, completamente consciente de que iba a ser leído por ésos cuyos nombres no fueron cambiados.

Y no sé si para una entrega total hace falta el registro autobiográfico ¿No mostrarán más las vestiduras de la ficción? Para muestra basta un botón: Cuando terminé de leer “Agosto”, el para nada autobiográfico libro de Romina Paula, me quedé con la impresión de que había conocido lo mas profundo de la intimidad de la autora. No había duda de que Emilia (personaje) y Romina (autora) eran una misma persona, aunque sus circunstancias fuesen muy diferentes.

“Derrumbe”, entonces es un libro más, sin ninguna línea o clima o diálogo memorable, que pese a ser literatura menor se lee de un tirón, logra entretener por momentos y puede que te saque aquí y allá alguna sonrisa, ya que tiene pinceladas de humor. Porque, si es verdad qye el autor y el protagonista son el mismo, lo cierto es que el Guebel que muestra la novela es un cabron simpático.

Y seguramente por eso, ninguno de sus amigos (que escriben en suplementos culturales) se atreve a decir que el rey está desnudo.

Y está bien.

Para qué están los amigos.

martes, 16 de noviembre de 2010

Llega un Hombre y Dice. Nicole Krauss


Después de vagar perdido más de una semana en el desierto de Nevada, Samson Greene, profesor de Literatura en la Universidad de Columbia, es encontrado en un aparente estado de amnesia. Ha perdido todos sus recuerdos desde la edad de doce años, y ahora, convertido en un adulto inteligente y sensible con los recuerdos de un niño, procura reanudar su antigua vida en Nueva York con el apoyo de Anna, su mujer. Sin embargo, en una ciudad donde todo le resulta nuevo y extraño, Samson se siente incapaz de conciliar el plácido mundo de su infancia con la desconcertante realidad que lo reclama, hasta el punto de que empieza a dudar si en verdad quiere recobrar el saber y el afecto perdidos. Cuando un carismático científico le propone someterse a un experimento de alto riesgo, Samson acepta y regresa al desierto, iniciando un intenso y revelador periplo que lo llevará a conocer los límites de la soledad y el conocimiento íntimo.



Me gustó tanto “La Historia del Amor”, que mi marido me compró “Llega un Hombre y Dice” ("Man comes into a room"), obra escrita dos años antes, pero publicada con posterioridad.

Aquí el personaje, Samson Greene, es un hombre que a raíz de un tumor cerebral olvida toda su vida a partir de la edad de doce años. Lejos de tratar la historia desde el lugar común (¿en qué novela latinoamericana no pierde la memoria algún protagonista?), la enorme pérdida de Samson es el disparador de un haz de reflexiones que no pueden dejar al lector indiferente. Si: hay pérdida, hay desconcierto, hay soledad en el protagonista.... pero también hay una libertad abrumadora. Porque en definitiva, el desconoce aquello que olvidó. Y eso le permite volver a empezar.

No puedo contar las veces que me quedé con el libro entre las manos y la mirada perdida, pensando. Una de las reseñas que se le hicieron al libro dice que “es imposible no pensar qué hubiera hecho uno en la misma situación, y que ese era un motivo suficiente para comprar el libro. Comparto plenamente esta opinión, porque así viví yo su lectura.

La autora queda consolidada para mí como una talentosa, creadora de grandes personajes (una vez mas, su personaje principal es inolvidable, pero va a acompañado de una serie de personajes secundarios perfectamente trazados), de escritura elegante, de climas extraños y escenarios e imágenes cinematográficos. Fundamentalmente, una escritora que logra dar un salto desde sus historias e interpelar al lector: hablarle al lector de sí mismo.

Dejo aquí una entrevista a la autora que me gustó mucho, en la que habla de su amor por la literatura latinoamericana y argentina, y de su próximo libro (ya editado en inglés). La verdad que después de leer esta entrevista me quedé con ganas de volver a intentar con Bolaños, de quien sólo leí "Estrella Distante".

domingo, 7 de noviembre de 2010

Frankenstein (Mary Shelley) y Fahrenheit 451 (Ray Bradbury)

¿Qué tienen que ver estos dos clásicos? Simplemente que he leído dos novelas gráficas que son adaptaciones de estos libros.

No hace mucho tiempo leí “Frankenstein” (El libro de Mary Shelley) y poco tiempo después llegó a mis manos esta versión en cómic que me sorprendió por su total fidelidad al texto original, que yo tenía bastante fresco en la memoria.

Realmente creo que cualquier persona que lea la novela gráfica de la Editorial Parramón puede jactarse de haber leído el libro, porque es poco y nada lo que se pierde. Al contrario, tal vez la suma de los elegantes y sobrios dibujos enriquezca aún más la experiencia.


Entusiasmada con el precedente favorable, leí “Fahrenheit 451” que (como prueba de la fidelidad al texto original) fue prologado por el propio Bradbury, que también eligió al dibujante. En este caso no he leído la novela original, pero el cómic me gustó mucho. No sé si el tono poético de Ray Bradbury está presente. Se trata de un autor con una gran identidad en la forma de escribir, y no sé hasta qué punto esa identidad es reflejada por el cómic. Me quedo con la duda y probablemente lea el libro para ver cuánto se acerca uno al otro.

Más allá de esto (que en definitiva no tiene mayor importancia si cumple con el objetivo de brindar un buen producto) el cómic me gustó mucho. Por la forma en que está contado, los diálogos y fundamentalmente por los dibujos:  me hizo acordar muchísimo a las primeras historietas que leí: Las revistas Scorpio de la década del 70 que mi papá guardaba en un baúl del galponcito del fondo, y las “Intervalo” que religiosamente encargaba el abuelo al kiosco del pueblo.

El clima postapocalíptico, este mundo del futuro que se parece un poco al “Mundo Feliz” de Huxley, y al “1984” de Orwell, con un Estado autoritario que no quiere que sus ciudadanos piensen, y el héroe que se rebela, conforman un guión un tanto “retro” que me resultó muy tierno. Convengamos que otros ultrajes ocupaban las páginas literarias de hoy: el futuro tiene un perfil más anárquico y vinculado con los desastres ecológicos o el abuso de la ciencia (véase, sino “La Carretera” de Corman Mc. Carty, o “La posibilidad de una isla” de Houllebecq). En ese sentido, los dibujos acompañan perfectamente la historia, y si bien fue editado en el año 2009, mientras lo leía sentí que había rescatado una nueva joya del baúl de mi papá.

En casa hay dos libros mas que adaptan clásicos: Uno de Lovecraft y uno de Poe (de la misma editorial que "Frankenstein"). Ya les contaré qué me parecieron. Pronto se editarán "Los dueños de la tierra" de David Viñas y "El Extranjero" de Camus en la Ediciones De la Flor, que publicó "Fahrenheit".

Estos dos antecedentes son alentadores y hacen pensar que los próximos serán buenos productos.

Por lo pronto los recomiendo y me parece que serían un excelente regalo para adolescentes o pre adolescentes.

Vals con Bashir. Ari Folman y David Polonsky


Esta novela gráfica me atrapó porque en sus primeras viñetas tiene una escena muy impresionante (no la voy a contar) con un ritmo y una cadencia que parecía que los dibujos se movían. Pasaba de un cuadro a otro y me estremecía, sentía el clima (terrorífico) y hasta le ponía sonido mentalmente. Cuando le comenté estas impresiones a mi marido, me contó que esta novela tiene su versión en una película de animación. No le quita mérito, pero sí da una explicación a esta particularidad.

La historia va de un soldado que estuvo presente en una masacre en la guerra del Líbano, pero no logra recordar nada. La memoria se escurre, se escapa, se niega a reeditar el horror. Buscando algo parecido a la paz, el protagonista empieza a hablar con diferentes personas que estuvieron supuestamente presentes en el hecho. Estos encuentros (lejos de reconstruir la memoria perdida) mostrarán que todos fueron marcados, y que la memoria es tal vez imposible de reconstruir si no es por uno mismo.

En todo momento mantenemos la sensación de ritmo y forma de narración cinematográfica. Los dibujos inclusive me hicieron acordar a las películas de animación de Richard Linklater.

El final es tan estremecedor como el comienzo. De nuevo: No quiero contar nada que arruine a quien lea la novela gráfica o mire la película, pero el recurso gráfico utilizado habla por sí solo. (Editorial Salamandra)


martes, 2 de noviembre de 2010

“Las Catilinarias” y “Atentado” de Amélie Nothomb


Esperé a comentar estas dos novelas juntas, porque me pareció que ya había dicho mucho sobre esta autora cuando hice la reseña de “Higiene del Asesino”.

Creo que una palabra que podría describir su manera de hacer literatura es “desmesura”. Sus personajes son desmesurados en si mismos, físicamente (obesidad monstruosa, fealdad exorbitante, belleza sobrenatural) o se ponen y son puestos en situaciones extremas.

El lenguaje también acompaña (aún dentro de una redacción sencilla y clara) esta cualidad. Vean sino los títulos de sus novelas.

Aquí, en “Las Catilinarias”(1997, Editorial Circe), nos encontramos una pareja mayor que cumple su sueño ir a vivir a un lugar aislado al momento de su jubilación. Preparados para disfrutar su soledad total, reciben al arribar a su nueva casa la visita de un vecino. El hombre, antipático y maleducado, se limita a tomar asiento en el living de los protagonistas con cara de pocos amigos y sin hablar.

¿Cuántas veces me ha pasado en la vida real algo similar? ¿Nunca se sintieron molestos por una visita que no tiene tema de conversación, sino que espera que uno “saque tema”?

Nothomb lleva esta situación al extremo, a la locura: todos los días sin faltar uno y sin que ninguna estrategia lo impida, el desagradable sujeto irá a sentarse en el sillón de los protagonistas, que se encuentran con su sueño de aislamiento arruinado, en parte también por sus propias limitaciones y mandatos…El clima se pone cada vez más denso y…. no me gustan los spoilers….

En “Atentado” (1998, Editorial Circe), el protagonista es Epiphane (…¡Ah! ¡Los nombres que pone Amélie a sus criaturas!...) un hombre feísimo. Extraordinariamente feo. Epiphane se enamora de una mujer bellísima, Ethel. Sin esperanza alguna de concretar ese amor, se hace amigo de ella, y esa relación lo hace feliz por algún tiempo…hasta que Ethel le comunica que se ha enamorado del hermoso Xavier.

El libro no tiene como punto fuerte la historia (que como habrán visto es un triángulo amoroso de lo mas conocido), sino que su mayor riqueza radica en la lucidez e incorrección política con que la autora agota el tema de la belleza, y da por tierra con muchos prejuicios y lugares comunes alrededor de la dicotomía bello/feo y el valor de lo estético en el mundo de hoy. Dice Epiphane al poco de comenzar a contar su historia: "Respecto a la belleza, hay una cuestión poco clara: todo el mundo está de acuerdo en decir que el aspecto exterior tiene poca importancia, que lo que cuenta es el alma, etc. En cambio, se sigue encumbrando a las stars de la apariencia y relegando al pozo del olvido a caras como la mía.". Y mas adelante, analizando la obra de Víctor Hugo, reflexiona sobre Quasimodo y Esmeralda: "Respecto a Quasimodo, hay una cuestión con la que la gente traga erróneamente: los lectores no pueden evitar quererle, el pobre es tan horrible que les inspira piedad, es la víctima nata. Cuando se enamora de Esmeralda, los lectores sienten deseos de decirle a gritos: "¡Ámale! ¡Es tan tierno! ¡No te fijes sólo en su aspecto exterior!". Todo eso es muy bonito; pero ¿Por qué esperar que Esmeralda sea mas justa que Quasimodo? ¿Qué ha hecho él sino fijarse en el aspecto exterior de la criatura? Se supone que debería demostrarnos la superioridad de la belleza interior respecto a la belleza visible. En tal caso, Quasimodo debería enamorarse de una vieja desdentada: entonces sí sería creíble. En cambio, la elegida de su corazón es una soberbia gitana de quien resulta demasiado fácil encandilarse. ¿Quieren así, convencernos de que ese jorobado posee un alma pura? Yo afirmo que tiene un alma vil y corrompida. Sé de qué hablo: Quasimodo soy yo."

Con estas dos novelas puedo decir que he leído todo lo que se ha publicado en español de esta autora. Vendrán seguramente nuevos libros pronto, de esta prolífica belga un poco loca. Pero realmente estas dos novelas, que fueron de sus primeras obras, me han parecido de un nivel superior que las más recientes.

Ahora que leí toda su producción hasta la fecha, puedo decir que sus primeras novelas (“Higiene del Asesino” 1996, estas dos, “Estupor y Temblores”, “Metafísica de los Tubos” y “El Sabotaje Amoroso”) son muy superiores a las últimas (“Diario de Golondrina”, “Ordeno y Mando”), con la excepción, tal vez, de las autobiográficas “Ni de Eva ni de Adán” y “Biografía del Hambre”.

Hasta que leí “Higiene del Asesino” y estas dos novelas (en particular “Las Catilinarias”), estaba convencida de que Nothomb era una escritora que se lucía más en sus obras autobiográficas. Estas tres novelas mencionadas desmienten esa creencia. Lo que sí es cierto, lamentablemente, es que no ha mantenido el nivel al pasar de los años.

(Como en la película “Recuerdos” de Woody Allen, me siento una de esas personas que le dicen al artista: “We enjoy your films. Particularly the early, funny ones.")

Aunque todos sus libros me gustan (solo por el hecho de darle un vistazo a la desmesura) tal vez preferiría que no escribiera cuatro novelas por año, sino una sola y mejor. Pero: ¿Sería eso propio de alguien desmesurado?.