jueves, 19 de abril de 2012

Pinamar. Hernán Vanoli


Pinamar es una historia contada a partir de dos voces: Por un lado Lucio, a fines de 2001 y en plena crisis política y económica argentina, escribe un diario que es a la vez una larga carta a su hermano Stany que vive en el extranjero. Su escritura hace acordar a esas cartas que uno escribe sabiendo que jamás enviará, y en las cuales por lo tanto damos rienda suelta a la honestidad mas absoluta. La inteligencia y el talento de la pluma tras la voz de Lucio radican en lograr este tono de texto escrito "de un tirón" con una buena escritura. Por otro lado está Stany, el destinatario de la carta/diario, que recién lo lee diez años después, cuando vuelve al país a investigar la desaparicion de Lucio.
Son dos voces muy diferentes: mientras Lucio despotrica contra todo y contra todos, y narra sus vivencias de veinteañero-nuevo-rico-vacacionando-en-Pinamar, lo de Stany es una suerte de policial que se queda a mitad de camino. La idea, creo, de la novela, es mostrar los personajes que nos presenta Lucio en 2001 diez años después y ver en qué se convirtieron esos amigotes.
Estas dos voces dan por resultado una novela un poco despareja: Claramente es mas interesante y divertido el relato desbocado de Lucio. Políticamente incorrecto, desbordado, indignado e irreverente, no deja títere con cabeza: se declara anarquista, está indignado con su país, su clase social y los políticos. Sus impresiones son para reirse o para llorar según se prefiera  porque deja al desnudo el desastre de nuestro país. Obviamente algunas cosas que dice son inaceptables, pero aún así causa gracia. Es muy dificil transmitir con mis propias palabras a Lucio, así que me permití copiar algunas de sus perlitas. Ahí van:

Acerca de los peronistas: "Incluso en una época lleguè a salir con la hija de un famoso político peronista que asistía a un un taller literario, salí con la hija de un millonario peronista, de los peores, a esto no te lo conté, salí con la hija de un político corrupto y millonario apoyado por los amigos del peor es nada, y me da tanta vergüenza que por eso tampoco lo mencioné en terapia."
Acerca de los radicales: "Hoy decidí que apenas terminen las vacaciones voy a ponerme a averiguar un buen instituto terciario, uno de esos que cobran por un título en turismo, licenciado en turismo, técnico en turismo, o perito, da igual, da exactamente igual porque en este país corrupto los títulos no sirven para ninguna otra cosa que para que nuestros padres estén contentos, los únicos títulos que tiene este país son títulos de deuda, y no sirven para nada, es una trampa mortal, un corralote lleno de bonos basura y de basuras que sueñan con ser presidentes, y lo pueden conseguir, porque tenemos muchos presidentes y cualquier basura puede ser presidente, o intendente, hasta un cómico revisteril pretende ser presidente, un cabaretero barato para colmo afiliado al partido mas estúpido, traidor y medio pelo de la historia política mundial, la UCR, qué asco, me parece muy bien que los punteros peronistas le hayan robado sus ahorros, me parece magistral que los ladrones del conurbano hayan confiscado los ahorros de este cabaretero amoral, que se hunda, me encanta que los ahorros no sirvan para nada, que la especulación cabaretera no sirva me parece sensacional."
Acerca de Argentina: "...Esta inmundicia que para colmo se cree que tiene algo que ver con Europa..."
Acerca de la izquierda: "...a mi que soy anarquista me simpatizan las asambleas, lástima que estén infiltradas por la izquierda que se defeca encima, una verdadera lástima que las asambleas sean infiltradas por los adolescentes militantes de izquierda que leyeron dos o tres manuales de ideología y creen que no existe nada mas...el Oso defendía a esos jacobinos de cotillón, el, que estudió Comunicación en la Universidad de San Andrés, defendía a los soviets de maceta, y decía que tenían que gobernar este circo de pulgas congoleñas...”
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miércoles, 11 de abril de 2012

En qué andaba la lectora omnivora


Hace mucho que no escribo. Se sumaron una serie de cosas, pero la vuelta al trabajo fue decisiva. Levantarme muy temprano, después de noches  de sueño interrumpido por mi bebé, me tiene muy cansada. Además, horas delante de la computadora hacen que no tenga ganas de una sola pantalla mas en todo el día. Finalmente, una serie de lecturas fallidas: Empecé "La Gaviota" de Marai, y me pareció un poco artificial, con personajes de cartón y con una escritura que, sin ser barroca, se me figuraba demasiado detallista, una cosa un poco Art Nouveau. Tal vez la retome pero en ese momento no tenía ganas de leer algo así. Pasé a "El Gran Gatsby", novela que tengo pendiente y que está en la lista del desafío 2012. Encontré 20 adjetivos en media página: parecía que ningún sustantivo carecía de adjetivo que lo acompañe, como si de una super promo se tratara (desolada extensión, fantástica granja, grises hombres, impenetrable nube, turbias operaciones, etc). Como ven he regresado de lo mas atrevida, me estoy cargando a los grandes de la literatura sin ponerme colorada.
Ahora estoy con libro que compré en Casa del Libro de España "Setenta Acrílico, Treinta Lana" de Viola Di Grado, una escritora joven italiana a quien relacionan con la Nothomb. Pero no estoy muy enganchada. Creo que estoy en uno de esos baches de los que sólo puede sacarme un best seller de esos malísimos pero fáciles de leer.
En cuanto al cine y las series, poco es lo que hemos podido ver, entre el cansancio y el estrépito de la niña. Muy buena una pelicula que se proyectó en el BAFICI "Tomboy", hermosas imágenes y climas, bien contada la historia y deja toda la reflexión en manos del espectador. Este y otras pelis del BAFICI de este ao y de años anteriores, siempre las pueden encontrar en este link http://www.alumnosmdag.blogspot.com.ar/search/label/bafici .
Al mediodía estamos viendo una sitcom llamada "Louie", protagonizada por el comediante Louie C.K. Se trata de un camediante de stand up y las pequeñas cosas de su vida, que le sirven (o no) de inspiración. La verdad es que los mejores momentos de la serie son aquellos donde lo muestran a Louie haciendo lo que sabe hacer: stand up. Sus monólogos son los de un loser simpático, no resentido, que se ríe de sí mismo y del mundo con lucidez. Me matan las caras que pone, los gestos, es genial. Vimos un show de stand up y es para morir de risa. La serie tiene momentos melancólicos, profundos mexclados con el humor y la ironía. La verdad es que se trata de una serie que a primera vista salta como un producto mas independiente, ya que hay algunas licencias que se toma (algunas escenas largas para nada televisivas) que jamás veríamos en "The Big Bang Theory" o "Friends" (Ojo: dos sitcom que me copan, aclaro).
Bueno, me quedo en el tintero contarles de un libro argentino muy bueno "Pinamar", espero seguir escribiendo después del shock que implicó el regreso al trabajo y visitando sus blogs.
Saludos y quedo a la espera de alguna recomendación de best sellers salvadores, si es alguna saga adolescente tipo Crepúsculo mejor, jaja.