En estos días he leído cuatro libros más de este autor, del que ya había comentado "Pequeñas cosas".
Jeffrey Brown nació en Michigan en 1975, y partió a Chicago a estudiar arte en el año 2000. Mas tarde abandonó el arte para dedicarse a los cómics, y se autopublicó su primer novela gráfica "Torpe", algo bastante habitual en el ambiente. A su tiempo logró suscitar interés de las editoriales, y así siguieron otras dos novelas gráficas "Inverosímil" y "Cualquier sencilla intimidad", las que completan la llamada trilogía de las novias. En cada una de estas novelas cuenta uno de sus noviazgos. Luego publicó otros libros, todos siempre autobiográficos, un poco mas fragmentados, que cuentan episodios de su vida, pero siempre fieles a su estilo.
¿Y cual es el estilo de este autor? Bueno, en primer lugar hablemos de los dibujos: Jeffrey Brown no se destaca por un dibujo impecable, ni siquiera es muy original en la forma de narrar a través del cómic. Tanto su técnica como su narración son absolutamente básicas. Incluso en algunos libros podemos ver tachones o desprolijidades. Por momentos esto me resultaba un poco molesto porque me hacía dificil entender algunas historias. Sin embargo, un vez que me sumergí en el mundo del autor, me di cuenta que esa forma rústica de contar hace a la esencia de Brown-personaje: Un tipo absolutamente común y corriente, con una vida sencilla. Brown no pretende ser poseedor de algún talento fuera de lo común: no se considera un gran artista ni nada. Te cuenta su vida, sus amores, su adolescencia... y la sencillez de sus dibujos acompaña ese relato: íntimo, de cosas que (como dice otro dibujante, Liniers) "te pasan si estás vivo" Simplemente eso.
Así, las historias de Jeffrey Brown están llenas de momentos que tal vez no serían dignos de ser incorporados a un relato: los tiempos muertos de la espera, de conversaciones telefónicas intrascendentes, de charlas con las que no se llega a ninguna parte...

Parece que las relaciones amorosas de la juventud son mas o menos iguales en todo el mundo: Por ejemplo ¡esas conversaciones/negociaciones acerca "dónde vas a salir esta noche con tus amigos"! ¡¡¡Y luego tratar de convercer a los amigos de uno para ir a tal o cual lugar y encontrarse con el susodicho/a!!! La incomodidad de los primeros besos, momento dilatado hasta la estupidez, la espera de un llamado telefónico, los ratos con amigos y los divages "me quiere, no me quiere", las peleas o desencuentros por estupideces que después no logras recordar...
Supongo que la gran capacidad de resucitar estos pequeños momentos tiene que ver con que Jeffrey Brown es un apasionado de lo que hace: En esa narración de lo cotidiano, siempre se lo ve con un block dibujando. Todo el tiempo. Mientras que yo como lectora aprovecho cada minuto para hojear algo, él hace lo mismo con sus dibujos. Y allí, en esos blocks, debe quedar el testimonio de todo.
Esos pequeños retazos de nada son lo que da vida a las historias de Jeffrey Brown.
Y vuelvo a la ironía de los títulos: Que uno de sus libros se llame "Inverosímil" no puede ser mas que una ironía, puesto que nada mas verosímil que lo que cuenta el autor.

Un tipo que no pretende ser poseedor de un talento especial, dije antes.
Pero que sin lugar a dudas lo tiene y de sobra.
Leí en un blog por ahí que su lectura es adictiva. Después de cinco de sus obras, puedo suscribir a ese comentario.
http://www.jeffreybrowncomics.com/
Últimamente, vengo lenta y vaga con las lecturas. Tengo tanta lectura pendiente que seguro que este género quedaría en lo último de la lista.
ResponderEliminarBesos.
este viernes 28 de octubre estáte atenta... que aparecés en la sección de escritor invitado en el blog de la lectora ;)
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