jueves, 20 de octubre de 2011

Mas libros de Jeffrey Brown.


En estos días he leído cuatro libros más de este autor, del que ya había comentado "Pequeñas cosas".
Jeffrey Brown nació en Michigan en 1975, y partió a Chicago a estudiar arte en el año 2000. Mas tarde abandonó el arte para dedicarse a los cómics, y se autopublicó su primer novela gráfica "Torpe", algo bastante habitual en el ambiente. A su tiempo logró suscitar interés de las editoriales, y así siguieron otras dos novelas gráficas "Inverosímil" y "Cualquier sencilla intimidad", las que completan la llamada trilogía de las novias. En cada una de estas novelas cuenta uno de sus noviazgos. Luego publicó otros libros, todos siempre autobiográficos, un poco mas fragmentados, que cuentan episodios de  su vida, pero siempre fieles a su estilo. 
¿Y cual es el estilo de este autor? Bueno, en primer lugar hablemos de los dibujos: Jeffrey Brown no se destaca por un dibujo impecable, ni siquiera es muy original en la forma de narrar a través del cómic. Tanto su técnica como su narración son absolutamente básicas. Incluso en algunos libros podemos ver tachones o desprolijidades. Por momentos esto me resultaba un poco molesto porque me hacía dificil entender algunas historias. Sin embargo, un vez que me sumergí en el mundo del autor, me di cuenta que esa forma rústica de contar hace a la esencia de Brown-personaje:  Un tipo absolutamente común y corriente, con una vida sencilla. Brown no pretende ser poseedor de algún talento fuera de lo común: no se considera un gran artista ni nada. Te cuenta su vida, sus amores, su adolescencia... y la sencillez de sus dibujos acompaña ese relato: íntimo, de cosas que (como dice otro dibujante, Liniers) "te pasan si estás vivo" Simplemente eso.
Así, las historias de Jeffrey Brown están llenas de momentos que tal vez no serían dignos de ser incorporados a un relato: los tiempos muertos de la espera, de conversaciones telefónicas intrascendentes, de charlas con las que no se llega a ninguna parte...
En ese sentido es irónica la elección de algnos de los títulos de sus libros. Por ejemplo, que uno de ellos se llame "Escenas imborrables" (En el original "Undeleted scenes", en clara referencia a las famosas "escenas borradas" que acompañan las ediciones de DVD). Las historias de Brown, por el contrario, están llenas de esas escenas "borradas" y al leer a este muchacho que tiene casi mi edad, pero nació en un país lejano y diferente al mío, logro rescatar esas escenas borradas de mi propia vida.
Parece que las relaciones amorosas de la juventud son mas o menos iguales en todo el mundo: Por ejemplo ¡esas conversaciones/negociaciones acerca "dónde vas a salir esta noche con tus amigos"! ¡¡¡Y luego tratar de convercer a los amigos de uno para ir a tal o cual lugar y encontrarse con el susodicho/a!!! La incomodidad de los primeros besos, momento dilatado hasta la estupidez, la espera de un llamado telefónico, los ratos con amigos y los divages "me quiere, no me quiere", las peleas o desencuentros por estupideces que después no logras recordar... 
Supongo que la gran capacidad de resucitar estos pequeños momentos tiene que ver con que Jeffrey Brown es un apasionado de lo que hace: En esa narración de lo cotidiano, siempre se lo ve con un block dibujando. Todo el tiempo. Mientras que yo como lectora aprovecho cada minuto para hojear algo, él hace lo mismo con sus dibujos. Y allí, en esos blocks, debe quedar el testimonio de todo.
Esos pequeños retazos de nada son lo que da vida a las historias de Jeffrey Brown.
Y vuelvo a la ironía de los títulos: Que uno de sus libros se llame "Inverosímil" no puede ser mas que una ironía, puesto que nada mas verosímil que lo que cuenta el autor.
Y puesto que ese es el título del libro que mas me gustó, lo elijo para abundar en mi comentario: Aquí Jeffrey nos cuenta su noviazgo con Allisyn, la chica con la que perdió la virginidad. Desde el momento en que se conocen, el laaaargo coqueteo, el demorado primer beso y el aún mas demorado encuentro sexual -incómodo y poco feliz como suelen ser- hasta la ruptura telefónica (la peor de s incorrecciones políticas del terreno amoroso, creo). Mas allá de la sencillez a la que me he referido, que hace que esta historia sea parecida a miles de otras historias, el relato logra perfilar dos personajes principales muy interesantes, especialmente el de Allisyn. A mi me gustan bastante las historias de psicópatas, de ahí que Dexter sea uno de mis ídolos... pero después de leer "Inverosímil" me quedé pensando que el daño que puede hacer una mujer histérica es igualmente devastador!!! Allisyn es una especie de monstruo mitológico de la histeria y el egoísmo, insoportable. Parece demostrar la veracidad de la creencia de que a los hombres les gustan las mujeres que los maltratan. La verdad es que el pobre de Jeffrey debe haber quedado para terapia después de semejante noviazgo...suerte que tenía su arte para hacer catarsis!!! Con decir que sobre el final de la relación, le dice que "necesita tiempo" y renglón seguido le dice que vaya a su departamento porque "aun tienes que ayudarme con la mudanza" (¡¡¿?!!). Una porquería de piba, aunque el autor/protagonista, un poco blandengue, hay que decir. Y allí radica otra de las virtudes de Brown: se muestra en toda su humanidad, con aciertos y defectos, que lo hacen creíble, cercano y entrañable.
Un tipo que no pretende ser poseedor de un talento especial, dije antes.
Pero que sin lugar a dudas lo tiene y de sobra.
Leí en un blog por ahí que su lectura es adictiva. Después de cinco de sus obras, puedo suscribir a ese comentario.

http://www.jeffreybrowncomics.com/

2 comentarios:

  1. Últimamente, vengo lenta y vaga con las lecturas. Tengo tanta lectura pendiente que seguro que este género quedaría en lo último de la lista.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. este viernes 28 de octubre estáte atenta... que aparecés en la sección de escritor invitado en el blog de la lectora ;)

    ResponderEliminar