Pinamar es una historia contada a partir de dos voces: Por un lado Lucio, a fines de 2001 y en plena crisis política y económica argentina, escribe un diario que es a la vez una larga carta a su hermano Stany que vive en el extranjero. Su escritura hace acordar a esas cartas que uno escribe sabiendo que jamás enviará, y en las cuales por lo tanto damos rienda suelta a la honestidad mas absoluta. La inteligencia y el talento de la pluma tras la voz de Lucio radican en lograr este tono de texto escrito "de un tirón" con una buena escritura. Por otro lado está Stany, el destinatario de la carta/diario, que recién lo lee diez años después, cuando vuelve al país a investigar la desaparicion de Lucio.
Son dos voces muy diferentes: mientras Lucio despotrica contra todo y contra todos, y narra sus vivencias de veinteañero-nuevo-rico-vacacionando-en-Pinamar, lo de Stany es una suerte de policial que se queda a mitad de camino. La idea, creo, de la novela, es mostrar los personajes que nos presenta Lucio en 2001 diez años después y ver en qué se convirtieron esos amigotes.
Estas dos voces dan por resultado una novela un poco despareja: Claramente es mas interesante y divertido el relato desbocado de Lucio. Políticamente incorrecto, desbordado, indignado e irreverente, no deja títere con cabeza: se declara anarquista, está indignado con su país, su clase social y los políticos. Sus impresiones son para reirse o para llorar según se prefiera porque deja al desnudo el desastre de nuestro país. Obviamente algunas cosas que dice son inaceptables, pero aún así causa gracia. Es muy dificil transmitir con mis propias palabras a Lucio, así que me permití copiar algunas de sus perlitas. Ahí van:
Acerca de los peronistas: "Incluso en una época lleguè a salir con la hija de un
famoso político peronista que asistía a un un taller literario, salí con la hija
de un millonario peronista, de los peores, a esto no te lo conté, salí con la
hija de un político corrupto y millonario apoyado por los amigos del peor es
nada, y me da tanta vergüenza que por eso tampoco lo mencioné en
terapia."
Acerca de los radicales: "Hoy decidí que apenas terminen las vacaciones voy a
ponerme a averiguar un buen instituto terciario, uno de esos que cobran por un
título en turismo, licenciado en turismo, técnico en turismo, o perito, da
igual, da exactamente igual porque en este país corrupto los títulos no sirven
para ninguna otra cosa que para que nuestros padres estén contentos, los únicos
títulos que tiene este país son títulos de deuda, y no sirven para nada, es una
trampa mortal, un corralote lleno de bonos basura y de basuras que sueñan con
ser presidentes, y lo pueden conseguir, porque tenemos muchos presidentes y
cualquier basura puede ser presidente, o intendente, hasta un cómico revisteril
pretende ser presidente, un cabaretero barato para colmo afiliado al partido mas
estúpido, traidor y medio pelo de la historia política mundial, la UCR, qué
asco, me parece muy bien que los punteros peronistas le hayan
robado sus ahorros, me parece magistral que los ladrones del conurbano hayan
confiscado los ahorros de este cabaretero amoral, que se hunda, me encanta que
los ahorros no sirvan para nada, que la especulación cabaretera no sirva me
parece sensacional."
Acerca de Argentina: "...Esta inmundicia que para colmo se cree que tiene algo
que ver con Europa..."
Acerca de la izquierda: "...a mi que soy anarquista me simpatizan las asambleas,
lástima que estén infiltradas por la izquierda que se defeca encima, una
verdadera lástima que las asambleas sean infiltradas por los adolescentes
militantes de izquierda que leyeron dos o tres manuales de ideología y creen que
no existe nada mas...el Oso defendía a esos jacobinos de cotillón, el, que
estudió Comunicación en la Universidad de San Andrés, defendía a los soviets de
maceta, y decía que tenían que gobernar este circo de pulgas
congoleñas...”
Ante semejante intensidad, el relato de Stany resulta un poco insípido y menos interesante. Sin embargo creo que este corte y cambio de ritmo le da un respiro al lector, porque Lucio puede llegar a cansar con sus diatribas.
Buena novela, recomendable, ideal para argentinos porque los temas que trata son muy de la política nacional y podría dejar afuera a quien no conozca mas o menos bien los sucesos de 2001.
Nota de Batriz Sarlo sobre la novela: http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0549/articulo.php?art=27276&ed=0549
");