Encuadernada en una lujosa tapa dura, con los impecables dibujos de Seth, llegó a mis manos esta novela gráfica (seguramente autobiográfica).
Seth (el verdadero, el de carne y hueso) es un dibujante canadiense excéntrico, con una fijación con el pasado, en particular con la década del 40 y el 50. De hecho, se viste con ropa de esa época (sombrero, impermeable, etc).
En una entrevista que leí hace poco Seth reconoce estar "compulsivamente preocupado por el tiempo". Dice que siente que el paso de los días es una experiencia muy potente: "Me parece que el proceso del presente volviéndose pasado es posiblemente una de las cosas mas profundas que experimentamos los seres vivientes. Es una sensación de pérdida constante" dice el autor.
De esta obsesión (entre otras cosas) da cuenta el libro, que relata un momento de su vida en que, al encontrar en unas revistas viejas los chistes de un dibujante llamado Kalo, empieza a seguir el rastro del enigmático colega, que resulta ser canadiense como él. En el marco de esta búsqueda, que lo devuelve a lugares de su infancia, se van desplegando la vida, los pensamientos y conflictos mas íntimos de Seth. El encuentro con la historia de Kalo va calar mas hondo de lo que a simple vista (o lectura) parece: la historia de Kalo le dirá algo sobra la vida que se quiere, la que se elige y la que se puede vivir.
Narrada con agilidad y buen ritmo, nos parece que realmente el autor nos está contando y compartiendo con nosotros algo de su vida.
Algo que siempre me llamó la atención de Seth, es que siempre en sus dibujos hay viñetas dedicadas a detalles u objetos intrascendentes (una taza, un picaporte, un viejo buzón...) Si bien de impecable estética, siempre me preguntaba qué sentido tenía detenerse en esas pequeñas cosas.
La entrevista me dio una respuesta. Dice Seth: "Pienso que la belleza de la vida está en los detalles, y es dificil sacar vida de la página con sólo unas pocas viñetas". Por eso las viñetas de Seth no suelen respetar un esquema clásico, sino que se dividen y multiplican para mostrarnos todos esos detalles (una taza, un picaporte, un viejo buzón, un amor pasajero, la búsqueda de chistes de un dibujante olvidado...) que viñeta a viñeta, van convirtiendo el presente en pasado...inexorablemente...
Soy tremendo fan del Seth! qué buen post!
ResponderEliminarGracias! ¿No te gusta Chester Brown también? No es tan parejito, pero "Nunca me has gustado" es excelente y me gusta mucho cómo dibuja. Saludos
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