lunes, 6 de julio de 2009

Leonard Cohen. I´m your man:


Hace un tiempo me estoy deleitando con una película, llamada “Leonard Cohen. I´m your man”, que veo una y otra y otra vez. Cada vez me gusta mas.
Es un homenaje hecho por varios músicos a Leonard Cohen, salpicada con una entrevista a el mismo, y testimonios de los músicos que participaron del homenaje. Por supuesto la música es lo mejor, pero las intervenciones tanto de Cohen como de los demás artistas, son maravillosas, y completan la experiencia.
Las versiones son muy buenas, participan Nick Cave, Jarvis Cocker, the McGarrigle Sisters, Rufus and Martha Wainwright, Beth Orton, The Handsome Family y destaco especialmente la de Antony Hegarty, que posee una voz increíble, y es evidente que está completamente “metido” en la canción que canta, que por otra parte tiene una letra increíble.
Sin duda que el momento supremo es el final, en el que canta (acompañado instrumentalmente por U2) “The tower of song” un tema que es genialidad pura,.... algo fuera de este mundo. Increíble la lucidez de la letra, la plena conciencia del propio genio y a su vez, la picardía con que interpreta el tema, da cuenta que está mas allá de todo... un maestro....
Me quedo con la reflexión que al final de la peli hace Bono sobre Leonard Cohen. Dice que estamos ante un talento muy singular, y que Leonard Cohen, aún en los momentos mas oscuros de su lírica, logra encontrar belleza “Hi founds shadows in the darkness, that feel like colour”. Muy bien Bono, (lástima que me arruinaste una estrofa de "The Tower of song” con tu falsete: ¡eso no se hace!)
Ideal para fanáticos de Cohen.
Mas datos: http://www.imdb.com/title/tt0478197/

jueves, 2 de julio de 2009

El rumor del Oleaje. Yukio Mishima




Esta novela de Yukio Mishima cuenta una historia de amor clásica, entre dos adolescentes (Shinji y Hatsue) que viven en una pequeña isla pesquera. Si bien la historia de amor es la que estructura el relato, es claro que la verdadera protagonista de la novela es la isla en misma: Las detalladas (y sin embargo en absoluto largas o molestas) descripciones de las bellezas de la isla, de sus costumbres y tradiciones, se van entrelazando con el relato, ocupando un rol fundamental en los acontecimientos. La isla y el mar, (el rumor del oleaje), siempre están presentes en los personajes.
La vida del pueblo parece idílica, y de hecho lo es: aun cuando Shinji y Hatsue encuentran ciertas dificultades en la concreción de su amor, no puede decirse al final del libro que se hayan desenmascarado intrigas o verdades ocultas tras la apariencia apacible del lugar. No: es en efecto un pueblito tranquilo, de buena gente y con problemas pequeños que se resuelven de manera sencilla y tal vez hasta algo rústicas.
Sin embargo, avanzada la lectura, empezamos a tener algo así como un sentimiento de ahogo, de encierro. Comenzamos a sentir la lejanía del mundo (la historia transcurre en la posguerra, pero los personajes apenas perciben este contexto), la pequeñez de la isla en la cual nada puede suceder sin testigos, el agua que todo lo envuelve con su negrura (como dice Mishima sobre el final). Es una sensación que remite tal vez a los sentimientos de la adolescencia, que siente esta opresión sea donde sea que habite.
Es un libro muy recomendable, de lectura ligera, y la isla está tan bien descripta en todos sus detalles, que cuando se termina de leer, sentimos que hemos estado allí, y que queremos volver de visita a la casa del farero.