jueves, 28 de abril de 2011

Descubriendo a César Aira

Ya va terminando el mes del cine, y les cuento que en el marco del BAFICI tuve el placer de leer por primera vez al autor argentino César Aira. Era una cuenta pendiente, ya que es un escritor acerca del cual todos hablan, lo aman o lo odian y además es muy prolífico.
Nunca me había decidido a leer uno de sus libros, porque si bien partían de premisas interesantes, parecían desmadrarse enla mitad. Al menos eso pintaba desde las contratapas o las reseñas que leía.
Pero en el BAFICI se editó una novela suya llamada "Festival" que trata justamente de eso: un festival de cine Independiente. Inspirado en su experiencia como jurado del BAFICI 2010, Aira creó un mundo que pienso alcanza a cualquier festival de cine o evento cultural, si se quiere.
Un libro que me hizo reír mucho, un libro inteligente, irónico, conocedor del mundo que pinta. Sus personajes son reales y no cabe duda: existen. Sin embargo la atmósfera de la novela no deja de ser muy particular, creo que por la forma de escribir de Aira.
La novela comienza con el arribo del director belga de culto Alec Steryx a Buenos Aires, invitado estrella del festival, “autor de filmes europeos de ciencia ficción clase B, que parecían imitar con torpeza (o cinismo) las producciones del género de los años cincuenta”. Mayúscula es la sorpresa de la comitiva que va a recibirlo al aeropuerto, conformada por el director del festival y Perla Sobietsky, devota admiradora y autora de ensayos sobre Steryx, cuando ve aparecer a su ídolo del brazo de una anciana nonagenaria, su madre. La presencia de la anciana -llena de achaques, quejosa, dominante- en el ámbito “cool” y más bien juvenil de un festival de cine independiente disparará una serie de situaciones que bordean el absurdo y el espíritu lúdico característico en la obra de Aira.
“Se proyectaron en total medio millar de películas, de todas las nacionalidades y… habría sido arriesgado decir ‘para todos los gustos’, porque siempre apuntaban más o menos al mismo gusto no convencional”, se lee en “Festival“. “El público, si bien no numeroso, era entusiasta. La ciudad entera respondía al ritmo del festival, y si en algunas funciones había apenas dos espectadores, se los podía tomar como los dos representantes, la izquierda y la derecha, del espíritu intelectual de la época”.
Nobleza obliga: No se desmadra en ningún momento, es una novela corta (tengo entendido que todas lo son) que nos va llevando entre risas y reflexiones a un final encantador y perfecto.
Si pudiera hacer de celestina, concertaría una cena entre Amelie Nothomb y Aira ¡serían la pareja perfecta!.
Bueno. Una mas a favor del BAFICI. Un autor nuevo para seguir conociendo.

martes, 19 de abril de 2011

BAFICI 2011. Lo que vi

Regreso del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente. Esta vez hicimos un viaje mas tranquilo y vimos solo cinco películas, pero todas estuvieron buenas. Tuvimos en cuenta que muchas de las películas que se estrenaron en el BAFICI tendrán su estreno comercial, y por lo tanto podremos verlas mas adelante. También con los dioses de la piratería de nuestra parte, hay varias peliculas programadas que se pueden bajar de internet, de modo que el Festival sigue para nosotros en los próximos meses.
Les dejo aquí un link al blog de mi marido, que pone a vuestra disposición los links de descarga de varias peliculas recomendadas del Festival.
Paso a contarles lo que vimos:
Behind the red motel door: (TheWorldFamous Ike, EEUU) Comedia oscura, que tiene lugar en un motel de ruta cuyas habitaciones tienen puertas rojas. Allí recala una "inocente" all american family. Con una metodología muy Linklater ("Slakers") en la que se van encadenando historias, el director nos va mostrando qué sucede detrás de cada una de las puertas rojas que dan paso a las habitaciones del motel. Y encontramos personajes sórdidos, drogas, locura de todo tipo, pero todo en un tono ligero y juguetón.
Belle Epine: (Rebecca Zlotowski, Francia) Este drama nos muestra a Prudence, una adolescente que vive sola en un departamento. No sabemos mucho de su familia. Su madre se fue o murió. No queda claro. La hermana no aparece por el departamento. El padre llama desde un lugar lejano. En esta soledad la protagonista encuentra una amiga que la introduce al mundo de las motos, un pequeño escape del dolor. Poco a poco nos vamos dando cuenta que la madre murió y que el tono ambigüo del principio de la película tiene que ver con la forma en que  Prudence vive esa pérdida, como un abandono. La película nos llevará hasta el reencuentro con la madre, hasta el duelo que la protagonista tanto necesitaba.

La Lisiere: (Géraldine Bajard, Francia) La traducción del título de esta película es "El Borde" o "El límite". Y son varios los límites que nos muestra. Por un lado está el bosque que rodea el suburbio donde transcurre la acción: un barrio alejado al que llega un joven médico a ejercer su profesión. El ambiente del barrio es extraño, tenso y enigmático. El tono se mantiene toda la película, creando una tensión muy interesante. El componente mas inquietante de la escena es un grupo de adolescentes que practican un juego/ritual extraño y que se obsesiona con el médico. Las chicas fantasean con él y tratan de seducirlo, mientras que los muchachos lo provocan. La fascinación y el temor que inspiran estos jóvenes es tangible (por momentos eran tan amenazantes que me hacían acordar a la pelicula "Los niños del maíz) y dificil de resistir. Habrá un hecho que hará estallar esta tensión que flota en la atmósfera. Muy logrados los climas y destacables las actuaciones de los adolescentes, en esta película que muestra el costado mas aterrador del aburrimiento suburbano.
Shelter: (Dragomir Sholev, Bulgaria) La que mas me gustó, una película búlgara de tono teatral, con buenas actuaciones y  buen guión. La mas intimista y a la vez la mas profunda de las producciones que pude disfrutar. El drama comienza cuando un matrimonio se enfrenta a la desaparición de su hijo de doce años, que salió a un pijama party y no regresó en todo el fin de semana. El susto inicial parece terminar cuando el niño reaparece en la casa familiar. Pero ese es sólo el comienzo del problema, porque viene acompañado de dos amigos super punk y anarquistas, que desafían cada una de las ideas de los preocupados padres. Interesante, divertida, inteligente y con mucha tela para cortar: No sólo las relaciones familiares y la brecha generacional están presentes, sino que de alguna manera, nos muestra también un país que también (como el niño haciendose adolescente de la película) se enfrenta a cambios y nuevos desafíos.
El Bulli. Cooking in progress: (Gereon Wetzel, Alemania) Como buenos fanáticos de la gastronomía y del buen comer y buen vivir, nos interesó este documental sobre el famosísimo restaurant de Ferran Adrià, el reconocido chef creador de la cocina molecular. Nos sorprendimos con un apelícula que no sólo nos ilustró un poco mas sobre este tipo de cocina, sino que además nos muestra a un Adrià/personaje, muy interesante. Tirano, talentoso, temido y admirado por sus cocineros de confianza. Caprichoso y a la vez querible... Deja al chef Randall reducido a la nada...Soy una fanática de la cocina (he pensado tener un blog gastronómico, pero lo sigo pensando porque mantener uno actualizado ya es bastante trabajo) y siempre disfruto de ver una cocina en acción. én este caso, nos muestra todo el proceso que desarrolla Adrià con sus chefs: primero investigan y trabajan en la parte creativa del menú durante seis meses en Barcelona, buscando nuevos sabores y formas. Luego proponen un nuevo menú que será presentado cuando el restaurante abra sus puertas. Allí comenzará la segunda parte del proceso: la producción y elaboración del plato para servirlo a los comensales. Sin embargo, la prueba del sabor parece no terminar nunca, como si lo que se estuviese buscando fuese algo mágico, único y definitivo....Apasionante mundo.

Y para terminar, hablando de comida, les cuento que amenizamos el viaje comiendo en dos o tres lugares lindos: El Museo del Jamón, sucursal de los populares restaurantes españoles, donde comimos el famoso Jamón Iberico, y un restaurante llamado Ceviche, de fusión peruana/japonesa que ya habíamos visitado pero al que valía la pena volver. Lo mejor: el tiradito de salmón y la degustación de sublimes postres peruanos. También fuimos a una parrilla uruguaya "La Celeste", donde disfrutamos unas empanadas y asadito.
Ah!!! también hubo recorrido de librerías... ya les contaré las adquiciciones....
En resumen, un muy buen viaje.

jueves, 7 de abril de 2011

Cines de mi vida


En el Mes del cine, y siguiendo con la tradición iniciada con "Librerías de mi vida", quiero recordar mis cines favoritos.
No puedo empezar por otros que los de mi ciudad natal, Viedma. En Viedma cuando yo era chica había dos cines, el San Martín y el Gama. De esos dos cines sólo uno (el Gama) de ellos reabrió sus puertas hace unos años. Valientemente: contra los videoclubes, la piratería y la profusión de canales de TV, el HD el Blue Ray y todo eso que compite con la vieja y querida pantalla grande.
El cine San Martín corrió el destino de centenares de cines en el país: es una iglesia evangélica. Pero no paso por su vereda sin recordar que allí lloré a mares con "Un largo camino a casa" (¿se acuerdan? la de los hermanitos separados), y que "los grandes" me llevaron a ver "Africa Mía" y "Pasaje a la India" porque las consideraban educativas y seguramente para que viera "los paisajes". No entendí ni pío de ninguna de las dos, pero nunca olvidaré que en el intervalo de "Pasaje a la India" mi papá me compró ¡un bombón helado!.. en esas épocas de escasez general era todo un lujo.
También al San Martín me llevaron a ver mi primer Woody Allen: "La Rosa Púrpura del Cairo". Me acuerdo que me impactó la imagen final de una Mia Farrow encantada por la pantalla, mirando embelesada esas imágenes que la hacían olvidar el dolor, la tristeza, todo... Quizás vi mi futuro de cinéfila en esa imagen, que todavía vive en mí.
Al cine Gama, en cambio, ya no iba con "los grandes" sino que me trae el recuerdo de mi pubertad. En la década de los ochenta -y siempre acompañada de mi mejor amiga Silvina- empecé a soñar con príncipes azules con las películas de John  Hughes (un grande): "La Chica de Rosa" (Pretty in Pink), "Se busca Novio" (Sixteen Candles) "El club de los cinco" (The Breakfast Club), todas con la ídola de la época  Molly Ringwald, o "Alguien Maravilloso"  "Vacaciones" y ese clásico incomparable y genial que fue "Experto en Diversión" con el entrañable Ferris Bueller haciendo de las suyas y cantando Los Beatles en el centro de Chicago....

Eran épocas de doble función, así que la tarde se repartía entre alguna "Locademia de Policía" y una de "Volver al Futuro", o alguna de las otras románticas  como "Quiero decirte que te amo" "Admiradora Secreta". Finalmente llegó "Nacido para ganar" con el bellísimo y sexy Rob Lowe haciendo de jugador de hockey sobre hielo. Creo que cuando lo ví en esa pantalla mis hormonas se pusieron definitivamente en funcionamiento, terminó la pubertad y dio comienzo mi adolescencia. Ahí, en el mismísmo Cine Gama de Viedma. Un saludo para ese amigo que sigue estando hasta hoy.
Mas tarde llegaron las videocaseteras. No todos tenían una, así que nos reuníamos en la casa de algún privilegiado y casi siempre los varones alquilaban películas de terror y las chicas nos hacíamos las que teníamos un miedo tremendo. Todo era parte del show: la pizza compartida, los almohadones en el piso, la cara de Freddy Krueger y nuestra actuación.
Cuando me fui a Buenos Aires me convertí definitivamente en una amante de ir al cine. En esa época (año 1993) no había complejos multisalas, sino que íbamos a las salas de la calle Santa Fé, que daban las películas mas comerciales. Las salas de la calle corrientes (los famosos Lorca, Lorange, Lorraine y Losuar de las que habla ...) tenían carteleras de cine arte que recién con la madurez pude valorar.
¡Ah! ¡La cola del cine de los miercoles! ¡daba la vuelta a la manzana! Una hora para ingresar a la sala, y luego alguna comida chatarra en MacDonalds o Burger King. Bajo presupuesto y una buena noche aseguradas. En la década de los noventa mi gurú del cine era mi amiga María Laura, que leí reseñas y críticas y decidía tiránicamente qué se iba a ver. Ella elegía cine y horario y todos la seguíamos tipo rebaño sin tener idea de qué era los íbamos aver. Gracias a María Laura conocí el cine de Kusturica, Manouel de Oliveira, Lars Von Trier y muchos directores interesantes. Los amigos varones del grupo pataleaban, así que alguna que otra vez accedíamos a ver "Armagedon" o "Día de la independencia" para democratizar la cosa.
Después me fui a vivir sola y las horas las pasaba con mi videocasetera en el departamento diminuto de la calle Cabello. Ahi vi todas las películas que conseguí de Woody Allen, Kubrick, Almodovar y muchas mas. Aprovechaba hasta la última promoción del Blockbuster que estaba a una cuadra de casa, y también visitaba un pequeño videoclub con joyas del cine arte y de autor.
Pero toda esa formación quedó chica cuando volví al pueblo y conocí a Carlos. El era un cinéfilo que me superaba ampliamente en conocimiento y apreciación del cine. Lector de la revista El Amante desde los primeros números, me prestó películas de Eric Rohmer, director que yo desconocía y que me encantó. La excusa para vernos seguido fue organizar un cineclub para Viedma, pero finalmente hicimos algo más fácil: Nos casarmos y armamos una videoteca casera, que empezó con VHS, siguió con DVD y ahora ya son archivos que descansan en discos rígidos.
Con Carlos hemos conocido directores nuevos, revisitado películas ya vistas entrañables y descubierto clásicos imperdibles.
También hemos conocido cines en otros lugares del país. En Bariloche vimos "El Señor de los Anillos", en Mar del Plata conocimos casi todos los cines al asistir al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, y en el diminuto cine del Balneario La Paloma de Uruguay nos regodeamos con "King Kong" mientras caía la lluvia afuera. En Punta del Este nos saltamos un día de playa y lo convertimos en día de cine: vimos tres películas. Y allí experimentamos por primera vez el cine en 3D, alucinante.
El cine y su magia, su consuelo, su compañía, siempre estuvo cerca de mi vida.
Vendrán otros cines, descubriremos otros talentos, otras voces, nuevas historias. Queda mucho cine por vivir.

martes, 5 de abril de 2011

Abril, mes del cine


Como el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente se realizará del 6 al 17 de abril, lo  declaro el "Mes del Cine" en mi blog.
Carlos y yo vamos todos los años a este festival desde que nos casamos. Faltamos solo dos años y sólo por razones de fuerza mayor.
A veces vamos mas días a veces menos, pero el asunto es asistir y participar de ese clima, meterse en ese mundo en el que lo único que importa son las películas. Saber que todos alrededor, todos los que hacen fila para comprar entradas o ver películas forman parte de la hermandad de amantes del cine. 
El BAFICI  es una inyección de entusiasmo cinéfilo para el resto del año.
Este año habrá 426 películas entre cortos y largos, que serán proyectadas en 22 salas de 11 sedes de la Ciudad de Buenos Aires. Películas de todos los países del mundo, de realizadores independientes que apuestan fuera de los grandes estudios a llevar a cabo sus ideas. Un pantallazo de lo que se viene y de lo que está pasando ahí afuera, donde por ahi no vemos.
Como podrán ver, ya sacamos las entradas online para asistir este año. Antes era mas complicado, porque no había pre-venta y había que ir a sacar las entradas al shopping Abasto. Era frustrante porque la fila era muy larga y a veces las entradas para la película que queríamos ver se agotaban durante esa espera y había que cambiar toda la programación. Sin embargo también tenía su parte divertida, como por ejemplo ir a la mañana a esperar a la puerta del shopping que abriesen y entrar en bandada corriendo para asegurarnos las primeras entradas del día...
En mis viajes al BAFICI he podido ver películas (muy buenas) de países como Islandia, Mauritania y Mongolia, además del cine asiático, alemán, turco, francés y canadiense. También buenas peliculas latinoamericanas.
Muchas de las películas que forman parte de la programación del BAFICI después tiene su estreno comercial o bien las pasan en la TV, pero está bueno ir para estar atento a la oportunidad de verlas en lo restante el año. Por ejemplo la brillante película chilena "La Nana", la hermosa película argentina "Ana y los otros", la incandescente "Wendy y Lucy" y muchas mas.
Ya hay entradas. Hay equipo. ¡Viva el cine!
En el BAFICI 2009


Entradas 2011

lunes, 4 de abril de 2011

Algo que brilla como el mar. Hiromi Kawakami


"Midori Edo es un niño en tránsito a la edad adulta. Vive con Aiko, su madre soltera, y su abuela Masako, y recibe las visitas de su padre biológico. Hanada, su amigo de la escuela, quiere vestirse de mujer para ir por la calle «como si le estuvieran apuñalando», mientras Mizue, que está enamorada de él, le pide una mayor proximidad física. Crónica sutil del cambio, la búsqueda de la identidad sexual y la amistad, Algo que brilla como el mar es, por encima de todo, una historia en la que fluyen con naturalidad los aspectos más recónditos del alma."

Esta novela, a diferencia de la primera de la autora "El cielo es azul, la tierra es blanca", tiene personajes mas luminosos y alegres. Quien cuenta la historia es un adolescente que creció en un hogar fuera de lo común, con su madre, su abuela, y las visitas de su padre biológico Otori. Las preocupaciones adolescentes por el amor, la sexualidad  y la amistad son los temas del libro, que planea con naturalidad del hogar a la escuela de Midori, de su relación con la madre y la abuela a su vínculo con su amigo Hanada y su novia Mizue. Y en el medio, en un lugar indefinido de su vida, su inmaduro padre Otori.
Un libro de climas, de sensaciones mas que de historia. Se siente el aire que respiran los personajes, sus impresiones, sus emociones. Personajes pintorescos, interesantes, asi como sus relaciones.
En realidad los sucesos no son importantes. La novela es un recorte, un momento, la autora nos trae esta gente tan peculiar (ninguno es del todo convencional) nos la presenta. 
Leer esta novela es como sentarse a contemplar un paisaje tranquilo.

viernes, 1 de abril de 2011

El Gourmet Solitario... Ñam, Ñam

Un hombre solitario, con un trabajo que le permite una gran movilidad, recorre las calles de Tokio y otras localidades japonesas para visitar a sus clientes. Cada día es una ocasión para redescubrir un barrio que conoce o para conocer uno nuevo. Pero para este hombre, siempre solitario, el momento de la comida constituye una auténtica aventura, casi un ritual. A lo largo de 19 capítulos El gourmet solitario nos presenta otros tantos platos de la cocina tradicional japonesa.

A través de la mirada curiosa de este viajero gastronómico, los autores, Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi, trazan un auténtico retrato sociológico de Japón y de su riqueza gastronómica. Ambos consiguen sumergirnos en las costumbres japonesas, en un paseo sembrado de olores, sabores y diversidad. El gourmet solitario forma parte de esas cosas sencillas que nos ayudan a ver el lado bueno de la vida.

Leer esta novela gráfica da hambre. Y ganas de comer comida japonesa. El protagonista Goro Inokashira es un hombre de negocios que se traslada a diferentes barrios de Tokio y a veces fuera de la ciudad a localidades vecinas, como Osaka. La hora de comer lo sorprende en lugares desconocidos, y así se aventura en diferentes lugares a comer algo, probando diferentes platos típicos de la comida asiática cada vez. No siempre come bien, y que la palabra "gourmet" no los confunda: a veces entrea en lugares muy sencilllos, familiares o raros, pero lejos de ser muy elegantes.
Es muy interesante la introducción al libro, donde se explica a un lector no muy empapado de la cultura culinaria de Japón algunas claves para entenderla:  "Una comida convencional washoku, es decir, la que se considera como propia de Japón, consiste en un cuenco de arroz blanco cocido,sin condimentar ni añadir ningún ingrediente. Esto se denomina shushoku, o "alimento básico", la fuente principal de energía y proteínas. Sería el equivalente al pan español o la tortilla de maíz en Mexico. ...el arroz se acompaña del okazu, o "alimentos secundarios" -carne,pescado o verduras- que aportan minerales y vitaminas al blanco cereal. Vendría a ser un primer o segundo "plato" de nuestra cocina, aunque en Japón existe la preferencia por tomar varias raciones pequeña de okazu al mismo tiempo. El menú se completa con una sopa hecha a base de una pasta de soja llamada miso, y en muchos casos, con unas piezas de verdura encurtida. El equilibrio entre los distintos elementos que conforman la comida es una de las claves del buen yantar, algo que le traerá algún que otro quebradero de cabeza al trajeado Inokashira." 
La pintura de Tokio es muy íntima, y en cada lugar el protagonista repara en el ambiente, la gente, sus conductas y costumbres. Los lugares y las comidas también le harán recordar algunas cosas de su pasado, posibles explicaciones a su actual soledad. Un verdadero viaje por el Japón moderno...Leer con un cuenco de arroz a  mano...