Este es
el conocido caso de un libro
en el que se han puesto excesivas expectativas y luego no está a la
altura. Tal vez se lo juzga entonces con demasiada severidad.
Me
enloquecí con la premisa de esta novela: “Estamos a principios
de los años ochenta del siglo pasado. Madeleine Hanna, una romántica
incurable que está escribiendo su tesis sobre el amor en Jane Austen
y George Eliot. También ella se convertirá en protagonista de una
historia de amor apasionada, dolorosa e intensa. Porque en su vida
aparecerán dos hombres muy diferentes. Leonard Bankhead, solitario,
carismático y brillante estudiante de ciencias, y Mitchell
Grammaticus, estudiante de teología atormentado por las dudas. Una
vez finalizada la universidad, el triángulo se mantendrá,
obligándoles a enfrentarse con el final de la juventud y a
reflexionar sobre el sentido último de la vida y la verdadera
naturaleza del amor.”
Es decir:
una novela que por un lado prometía hablar de mis héroes
literarios, con una protagonista a la que le gustaba leer lo mismo
que a mí, y por otro lado, una novela romántica moderna,
pero que sigue la tradición de los grandes clásicos, con un
triángulo amoroso compuesto por la chica romántica e inteligente, el
candidato buenmozo pero complicado y el pobre infeliz que la quiere
bien pero que (qué raro) es feo.
Y por ahí
va mas o menos la novela, salvo que:
a)
Madeleine es medio tontita, a pesar de que le gusta Jane Austen, algo
imposible e imperdonable por parte del autor. Sin embargo me lleva a
una reflexión inevitable: Mas allá de los debates fútiles en torno
a la literatura “femenina” o “masculina”, es claro que hay
cosas de las que puede dar cuenta mejor una mujer, y viceversa. ¿Es
tal vez por eso que Jane Austen (siendo ella misma una mina
inteligente) pudo darle vida a una mujer tan interesante como Lizzie
Bennet, con quien nos seguimos sintiendo identificadas doscientos
años después, mientras que Flaubert y Tolstoi crearon a dos alcornoques? (clásicos eternos, si, pero alcornoques).
Eugenides ha creado un ser
unidimensional y despasionado, carente de toda singularidad salvo por
el hecho de que se parece a Katharine Hepburn. Ya me pasó
encontrarme con una protagonista bella y patética, producto de una afiebrada
y un poco misógina mente masculina en la liviana novela “La
Delicadeza” Conclusión: ¡Parece que es cierto, chicas! ¡A ellos
les gustan las tontas! Inclusive a los escritores.
b) El
triángulo amoroso no termina de “cuajar” ya que la historia da
comienzo exactamente el día de la graduación. Inmediatamente
después el triángulo se disuelve, por así decirlo, ya que uno de
sus componentes, (Mitchel, alias “el feo pero buenito”) se va de
viaje por el mundo a encontrarse a sí mismo. Qué mala que estoy
hoy.
Si bien
existe un flash back (una de las partes buenas de la novela) que nos
remonta al comienzo de la universidad y a cómo se conocieron los
personajes, éste no alcanza para mostrarnos a los tres componentes
del supuesto triángulo amoroso interactuando. En realidad no hay
triángulo amoroso alguno, sino una chica con dos pretendientes. Pero creo que en intensidad amorosa hasta "Crepúsculo" le gana.
El viaje
de Mitchel y la enfermedad mental de Leonard -que de alguna manera está completamente solo a raíz de la misma- acentúan aún mas esta
falta total de interacción de los personajes. Tal vez así lo quiso
el autor, para mostrar que en la actualidad somos todos un poco
autistas.
Ahora lo
que destaco de la novela:
a) Me
encantó el mundo de la universidad, y la década de los ochenta. El
autor logró verdaderamente pintar ese escenario (en el que el mismo
vivió, ya que fue a esa misma universidad en esa misma época) sin
recurrir a lugares comunes en relación a la década del 80, sino que
profundizando (mas allá de los cassettes o los peinados tipo
Flashdance) una forma de pensar, determinadas inquietudes que
formaban parte de la vivencia universitaria. Por otra parte, se trata
de un relato muy entretenido, que por momentos te hace pensar que
estás viendo un capítulo de “Felicity”.
b) Quedé fascinada por
las partes (no son suficientes) en que el autor nos cuenta sobre la
tesis que Madeleine quiere hacer sobre “La Trama Nupcial” que da
título a la novela. Todas las referencias y los análisis respecto
de autores y libros clásicos que he leído (Austen George Eliott...)
me chiflaron. Envidié profundamente a los alumnos que pueden cursar
estas materias en la universidad mientras que yo tenía que rendir
Derecho Tributario y otros horrores. Ni hablar de la parte en que la
sosa Madeleine concurre a un congreso de “victorianistas” y se
hace amiga de dos chicas especialistas en literatura de la época
victoriana... Directamente me retorcía de rabia, pensando que tal
oportunidad le era dada a la tontita (ah, cierto, era ficción).
c) Como ya lo señalé,
las historias individuales de los dos pretendientes están muy
buenas. Los capítulos individualmente están muy logrados y las cosas que se cuentan (la experiencia de un viaje espiritual por la India de Mitchel, la convivencia con la enfermedad mental de Leonard) son verdaderamente interesantes y le dan a la novela una versatilidad poco común, ya que uno se encuentra leyendo historias sumamente diferentes de un capítulo a otro. Sin lugar a dudas la identificación con los personajes masculinos es total, mientras que las partes donde se cuenta el punto de vista de Madeleine son mas aburridas, tal vez por las propias circunstancias de la protagonista quien ha sido favorecida por la Diosa Fortuna con belleza, una familia funcional, dinero, y cariño.
d) La forma en que
resuelve la novela (el final) me pareció brillante. Claro que no
puedo revelarlo, pero las últimas líneas de diálogo, la última
palabra, inclusive: Una genialidad. Si alguno lo lee sabrá lo que
quiero decir.
Bueno amigos, he escrito
una larga reseña sobre este libro, y probablemente los haya dejado
un poco indecisos ¿lo recomiendo o no? La respuesta es sí. Pero no
le crean a la parte de la contratapa que dice “¿Es posible
escribir hoy una historia de amor que recoja la intensidad de las
obras maestras de la literatura clásica y al mismo tiempo resulte
rabiosamente contemporánea? Jeffrey Eugenides lo ha conseguido.”
Es mentira. No lo consiguió.
Lo que logró es una novela
entretenida, con buenos personajes y excelente reconstrucción de una
época icónica. Eso. Y nada menos.
Para mi es uno d elos mejores libros editados en nuestro país este año...quizás la definición de la trama no es demasiado acertada, pues como tu dices el triangulo no es tal...quizás el que redactó la sinopsis solo leyó trozos sueltos...
ResponderEliminarel personaje femenino no me parece "tonta", no por mucho que lea y se apasion por los libros tiene que ser inmediatamente inteligente...su carácter a mi me parece complicado y seguramente no soportaría una persona así a mi lado, pero por otro lado me parece que su amor a su marido y su capacidad de sacrificio por él me parece digno de elogio...
creo que la novela está dividida en dos...por un lado la vida de la protagonista y por la otra el viaje espiritual de Mitchel..
De los tres libros de Eugenides es el más flojo, pero el más flojo de Eugenides es mejor que muchos de miles de escritores
Leí "Las Vírgenes Suicidas" y me gustó bastante. "Middlesex" no porque no me interesó el tema. En cuanto al personaje de Madeleine, sin duda se puede profundizar el análisis, ya que por ejemplo, la presencia de su familia y de los vínculos que tiene con ella pueden explicar muchas cosas. Ese supuesto amor incondicional y sacrificio, para mí tienen mas que ver con un capricho u obsesión por "el chico lindo", con una mentalidad idealista y también con probarle algo a su familia. Si bien por momentos se ve a Leonard como brindando un amor sumamente egoísta, también nos damos cuenta de que Madeleine nunca lo acompañó verdaderamente en su sufrimiento por su enfermedad...Ahí es donde el personaje me parecio absolutamente superficial. Es un personaje sin relieve ni complejidad alguna, como sí lo es el personaje de Leonard, que no es malo ni bueno, que está atormentado, que ama pero hace daño... Si contraponemos unpersonaje y otro es evidente que el masculino está muchísimo mas logrado.
EliminarLo interesante es que efectivamente, la novela tiene mucha tela que cortar, por eso mi balance en definitiva es favorable.
No encuentro una razón lógica por la cual varios libreros amigos no aconsejan este libro, cuando no directamente lo desestiman. Esgrimen que no está a la altura de los anteriores. Será cuestión de hacer la propia experiencia, Vale. A juzgar por lo que decís, tiene buenos elementos para ser leído. Eso sí, Anna Karenina y Emma Bovary pueden ser dos alcornoques, pero qué alcornoques pasionales! Besos!
ResponderEliminarHola Marcelo, tengo que decir que no me aburrió en ningún momento, y que siendo relativa larga (mas de 500 paginas, creo) la terminé rapidamente. Creo que la crítica lo ha perjudicando poniendo tan alto el listón y comparándolo con las novelas decimonónicas. Igual cada vez me parece mas misógino, pero eso lo tendremos que charlar si lo lees. Saludos
EliminarLo charlaremos cuando lo lea. Por lo pronto, ya está en casa. Besos.
EliminarVaya, pues a mí esta novela me gustó muchísimo, y precisamente porque me pareció que el autor supo trasladar muy bien el tipo de relaciones que se reflejaban en las novelas de Jane Austen a nuestra época, donde jugamos con otras reglas y partimos de otras premisas (incluso cambia de continente). No creo que su protagonista sea para nada tontita, sino precisamente una chica normal con sus flaquezas humanas, real como la vida la misma. Por otra parte estoy totalmente de acuerdo en que lo mejor de la novela es el final.
ResponderEliminarFantástica reseña. Un saludo :)
Una novela interesante parece. El libro que quiero leer de este autor es Las vírgenes suicidas. un saludos valeria
ResponderEliminarEs una novela que leería seguro si sólo me guiase por su resumen y comentarios de críticos pagados por la editorial. Que use a dos de mis escritoras preferidas siempre es una tentación. Pero tu reseña como que...me bajaron la libido jajaja.
ResponderEliminarY siempre siempre, envidié ciertas materias universitarias que pueden cursar en otros países.
Besos
lo acabo de terminar y Madeleine me parece una completa estupida, frivola, hueca y que se guia por el que dirán, un personaje insulso al igual que el bobo religioso, el unico q mantiene la trama en vilo es el maniaco que nunca se sabe que generará.No esta mal pero bastante Corin Tellado, prescindible.
ResponderEliminarDespués de Middlesex pensé que por mucho tiempo me costaría encontrar otra novela de tamaña envergadura literaria y temí comenzar a leer "La trama nupcial" porque simplemente creo que al autor le va a costar superarse a si mismo. Pero mi desilusión fue mayor a la esperada; pareciera que Eugenides comenzó a escribirla cuando contaba todavía con poca experiencia como escritor con una prosa adolescente cargada de diálogos también adolescentes, que muestra un saber académico que resulta poco interesante y que podría tomarse como una actitud ciertamente presumida... Le sigue una segunda parte sin tanto diálogo, un mejor desarrollo de las aventuras y desventuras de los personajes con un relato que se acerca, aunque no del todo, a la madurez literaria que logra en su gran obra pero que en total no consigue atraparme.
ResponderEliminarTerminé de leerla con gran esfuerzo.
Acabé de leerlo ayer, y una desilusion. Bien es cierto que me guie por la sinopsis y claro así fue. La protagonista Madeleine me parece tan insustancial, que me aburre, el pérfil de los personajes masculinos está más trabajado, pero aún así, novela prescindible.
ResponderEliminarGracias por la reseña :) te sigo y me haría muy feliz si me puedes seguir ^^ http://eltiempoliterario.blogspot.com.es/
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