- Mientras disfrutaba del anteúltimo capítulo de “La Prima Bette” sentía que estaba en una de las películas de Woody Allen. Una de esas en las que nos regala un final feliz, en que las traiciones y las penas se olvidan y triunfa el amor. A ese anteúltimo capítulo (“Elogio del olvido”) le sigue otro denominado “Un desenlace atroz y verdadero” bastante mas trágico, que también podría ser asociado a Allen. Mientras que ese primer final feliz y armonioso me remitió a películas como “Hanna y sus hermanas” el siguiente fue mas como “Crímenes y Pecados” o “Matchpoint” sobre la culpa sin castigo.
- Y de nuevo en relación con el final, me encantó pensar que la Balzac se adelantó unos cuantos añitos a los “finales alternativos” que traen los DVdés como gran cosa novedosa…
- Paso del final al principio: No leo casi nunca las introducciones que traen los libros, ni tampoco suele interesarme saber demasiado sobre los autores. Simplemente me gusta sumergirme en las historias. Sin embargo, cuando terminé de leer “La Prima Bette” repasé un poco la introducción de mi libro y encontré que la primera línea decía: “Con Shakespeare y Saint-Simon, el mas grande almacén de documentos que poseemos sobre la naturaleza humana”. Y yo agrego como inventor de lo humano, como ya lo dije un montón de veces en este blog, a mi amigo Woody.
- Otras líneas le tengo que dedicar, necesariamente, al libro en sí. El libro como objeto, mas allá de su contenido. Creo que ya conté que desde que caí bajo la tutela literaria de mi marido, se terminaron para mí los libros usados. A Carlos no le gustan en absoluto, y (al contrario de la mayoría de los lectores que conozco) detesta el olor a libro viejo. Mi interés por este libro surgió porque estaba en "La Lista de Libros de Rory Gilmore", desafío 2012. Y la verdad es que sólo por eso ya me parece que el desafío valió la pena la premisa. Una vez determinado el objetivo, fue muy divertido buscarlo, averiguar en librerías, en la única librería de viejo que hay en Viedma y en las bibliotecas públicas. Agotados estos recursos, un día conversando con un colega en Tribunales, me contó que tenía un hijo hiper lector, que vivía en Buenos Aires y a quien le gustaba frecuentar librerías de viejo. Así que le encomendé la misión. Al poco tiempo tenía el libro en casa. Un ejemplar viejísimo, con olor a viejo y todo, de esos que hace mucho no leía. Un incunable. Así que además de la historia que me contó Balzac, el libro tiene su propia historia, y gracias a él conocí a un nuevo amigo lector. ¡¡Gracias Felipe!!
- Y ahora, algo sobre la novela. Desde el comienzo me sorprendió lo ágil de la escritura, el ritmo de los diálogos y el brillante humor desplegado en cada situación. Los personajes son tópicos inolvidables, creo que en particular el Barón Hulot es un personaje alucinante (un adicto al sexo del Siglo XXI). Pero además, la historia en sí misma podría tranquilamente trasladarse a la actualidad: es una trama de amantes, mantenidas, mujeres que saben que son cornudas y se las aguantan, funcionarios corruptos que se endeudan y violan la ley para mantener a las amantes jóvenes y lindas a quienes les dan asco, ardides y engaños de todo tipo.
- La historia es poco así: La hermosa Adelina está casada con el buenmozo Barón Hulot, tienen dos hijos y le ha ido bastante bien, salvo que su marido hace años que la engaña con la cortesana o artista de turno. La novela empieza cuando la familia ya empieza a decaer económicamente a raíz de los inmensos gastos y deudas en que ha incurrido el Barón para sostener a sus amantes. Por otra parte, la Prima Bette fea y solterona, vive envidiando y resintiendo la buena suerte de Adelina. A eso se suma que su joven sobrina le roba un novio, lo que llevará su odio a niveles extremos. En los despilfarros del Barón, así como en los problemas económicos de la familia, verá la oportunidad de urdir todo tipo de artimañas para provocar la decadencia de sus parientes.
- El título de la novela es un poco caprichoso, creo yo, porque este libro no tiene un personaje principal. Es a la literatura lo que un cuadro de Brueguel es a la pintura: no hay uno o dos personajes principales, sino que es un lienzo donde desaparece la perspectiva y todos tienen mas o menos el mismo protagonismo: El matrimonio Hulot, la prima Bette, la infame Valeria de Marneffe, Hortensia y Wenceslao, Crevel…
- Tal vez a la novela le sobren algunas páginas. Llega un punto en que ya no me interesa saber cuantas libras de renta le dieron a Valeria de Marneffe, ni a cuanto ascienden las deudas de los libertinos que enloquecen con sus servicios. Los personajes, también un poquitín esquemáticos. Pero son detalles que a un libro de 1840 se le pueden dejar pasar.
- Unas líneas finales a la película: Es un espanto. No soy una purista y me parece aceptable que las adaptaciones cinematográficas cambien cosas de la historia cuando hace falta. Pero la versión cinematográfica es directamente una deconstrucción de la novela: La destruyeron y con las piezas hicieron otra cosa, absolutamente diferente. Y con mal resultado. Eso si: Destaco el casting: Muy bien Jessica Lange en el papel de Bette, e increíbles Hugh Laurie (Dr. House) como el Barón Hulot, y Bob Hoskins como Crevel. Por lo que leí tuvo críticas horribles.
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jueves, 28 de febrero de 2013
La Prima Bette. H de Balzac
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Nunca hubiese imaginado que ese autor podría ser de lectura ágil, no porque lo haya leído, simplemente prejuicios que una tiene.
ResponderEliminarBesos.
A mí tambén me sorprendió, Luciana, porque había empezado un par de libros suyos y eran medio plomos. Así que no estabas tan errada!! Beso
EliminarNo leí nada de Balzac, y muchos comentarios posteriores de novelas del siglo XIX no le hacen favor ninguno... No obstante, parece interesante.
ResponderEliminarAl revés que vos, le doy cabida a las introducciones y análisis previos, que me sitúan en el contexto; aunque algunas veces las dejo para el final. Lo que puedo conseguir de Ediciones Cátedra, lo compro. Las de Colihue no le van en saga, pero son más escuetas.
Besos, Vale.
LA verdad es que solo leo las introducciones si el libro me gustó mucho. Tengo algunos ejemplares de Cátedra, pero conmigo es tirar la plata, porque salen caros y no los aprovecho. En casa de mis padres hay muchos libros de Colihue, una o dos veces al año les llegaban ¡¡¡CAJAS DE LIBROS GRATIS!!! de esa editorial, por ser profes de literatura. Eran días memorables y la que se arrojaba sobre esas benditas cajas con mas alegría era, por supuesto, quien suscribe. Así que le tengo mucho cariño a esa editorial. Y en una de esas introducciones aprendí todo sobre las vanguardias de entreguerras. Saludos!!
EliminarLos de Cátedra sí son caros, Vale! Pero les tengo mucho cariño; he aprendido mucho de ellos -pensá que no pertenezco a Letras...-. Estuve en Colihue -cuyo local está a 3 cuadras de casa-, mas en Literatura Universal aun no tienen más que un puñado de títulos.
EliminarCada vez que veas alguna reseña mía de un libro de Cátedra o Colihue, sabé que te tendré presente. I promise. Besitos!
Adoro a Balzac, sobretodo desde que leí Eugénie Grandet (si no la has leído, ya sabes) así que me muero de ganas de leer La prima Bette. Quitando el principio, el resto de la novela es igual de ágil que lo que comentas. Y se convirtió desde aquel momento en una de mis favoritas.
ResponderEliminarY ahora voy a sorprenderte: yo también tengo muchos problemas con los libros antiguos. Es algo contradictorio porque no pasa nada si son de segunda mano pero si son muy viejos, no puedo con ellos. Me dan repelús, sobretodo por el olor (soy prácticamente como un perro policía) y me ahogo. Así que, lamentándolo mucho, estoy con tu marido. Eso sí, si son ediciones antiquísimas en formato electrónico no pasa nada. Y sí que suelo leer las introducciones, si las hay, antes de empezar. Eso sí, si empiezan a spoilear demasiado, lo acabo dejando.
Besos. Y perdona por la parrafada.
No leí Eugenia Grandet, pero la tengo en casa, al igual que "Naná". Pero creo que ambas las empecé y dejé, no me engancharon desde la primera página como esta. Pero ahora seguramente las retomaré!!!
EliminarValeria:
ResponderEliminarpues nada, que me vuelves a dejar con los dientes largos. Me encantó que contaras como fue que llegó este libro a casa (mi marido tampoco gusta de los libros usados...mientras me los compre nuevos yo ¡no me quejo! jajaja).
aún me falta descubrir a este autor...tomo nota.
A mi no sabes la rabia que me da cuando en la película modifican cosas que son esenciales en el libro. Hago un berrinche monumental.
Y debo decir que no he leído un libro de la lista de Rory Gilmore que no me gustara. Eso si, no me pienso leer las memorias de Hilary Clinton ;)
Un beso,
Ale.
Ese libro-objeto tiene buena facha. Lo que reprocho a los libros viejos es el olor a picante que sale de sus hojas después uno piensa: de este vejestorio sale uno cosa tan actual, como si la hubieran escrito en este tiempo.
ResponderEliminarLo único que leí de Balzac fue Papa Goriot, una historia triste de padre que se desvive por sus hijas mientras éstas pretenden aparentar en los círculos de moda- Una desgracia.
La prima Bette será abordada en cuanto lo consiga. Saludos Valeria y genial el post